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Teléfono rojo
Están pasmados ante la nueva realidad
Al participar en el Congreso Virtual Transparencia y Justicia Abierta en el marco del Covid 19, organizado por el Inai y el TEPJF, el presidente consejero del INE, Lorenzo Córdova Vianello puntualizó lo que ya hemos planteado aquí: los procesos electorales se tendrán que adaptar a la nueva realidad que enfrentará el país cuando quiera que sea que termine la pandemia, porque simplemente ni en ese, ni en muchos otros rubros, el país no volverá a ser el mismo.
Incluso, Córdova Vianello consideró que los desafíos que enfrenta el proceso democrático nacional se han agudizado con todo esto, pues basta evaluar los niveles del descontento social, la pobreza, la crisis de credibilidad en las instituciones y la desinformación.
Además dijo algo que me parece medular y cito textual: “La emergencia sanitaria nos va a colocar en una situación de tener que reinventarnos en muchos sentidos, sin perder en esta reinvención todo lo que hemos ganado en términos de legalidad, certeza, confianza, credibilidad y transparencia en la organización de las elecciones”.
Esta conciencia de la realidad que muestra el consejero presidente del INE es claro que por desgracia, no encuentra mucho eco en los congresos, tanto federal como estatales, que son quienes deberían estar elaborando a toda marcha las iniciativas legales para si bien, no efectuar una reforma electoral integral, porque no hay tiempo para eso, pero por lo menos las adecuaciones necesarias para darle certeza y confianza a los procesos en el nuevo y complicado entorno en que vivirá la política en el corto plazo.
Es por eso que resulta deplorable que por ejemplo, en la 62 Legislatura del Congreso de Guerrero, haya diputados que pierdan el tiempo en debates sin sentido, como el de cuestionar que quienes aspiren a buscar la reelección ocupando un puesto de elección popular, no estén obligados a solicitar licencia y lo puedan hacer permaneciendo en funciones.
Nada más habría que recordar que la reelección continua está establecida desde la reforma constitucional de 2014, incluso ya en 2018 varios personajes buscaron la reelección siendo diputados o alcaldes en funciones, por si la memoria muy corta de los hoy sorprendidos. Lo único que se hizo ahora, con lo que resolvió esta semana el Congreso, fue aprobar una iniciativa que se limita a establecer que en esos casos los mecanismos de participación se apliquen con equidad, probidad e igualdad entre los candidatos que contiendan y se evite, obviamente, la utilización de recursos públicos en el proselitismo.
Aquí la pregunta es ¿no acaso hay asuntos más apremiantes en materia legislativa como uno fundamental que es cómo adecuar el quehacer político electoral a la nueva realidad post pandémica que llegará muy pronto? ¿Cómo se efectuarán ahora los procesos, las campañas, las asambleas, las reuniones, eso en términos electorales, pero también las propias sesiones y trabajos del Congreso? Todo eso requiere readecuaciones legales.
¿Ya pensaron cómo le darán certeza y confianza a un electorado que de por sí en las elecciones intermedias es apático y prefiere abstenerse y ahora va a tener en contra la amenaza latente de un Covid 19 que ya nos dijeron que será nuestro huésped para siempre?
Francamente, ante tan desafío los veo muy lentos.