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NANKÍN, China, 16 de agosto de 2014.- Una ceremonia en la que el presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, se hizo una ‘selfie’ en pleno discurso, y donde los chinos realizaron pirámides, marcó el inicio de los II Juegos de la Juventud, que desde hoy hasta el 28 de agosto se celebran en la ciudad oriental china de Nankín, informa Milenio.
La ceremonia comenzó con el tradicional desfile de las banderas de las naciones en competición (iniciado por Grecia y terminado por la anfitriona China), aunque en esta ocasión sólo participó un atleta por país (el abanderado), lo que acortó considerablemente una de las partes más largas y pesadas de ese tipo de eventos.
Las banderas de Sierra Leona y Liberia, países cuyas delegaciones decidieron no viajar a China debido a la epidemia de ébola, fueron portadas por voluntarios olímpicos chinos, mientras que la enseña de Nigeria, cuyos atletas sí se desplazaron a Nankín pero a última hora declinaron participar, no apareció en la inauguración.
El único atleta de Sudán del Sur, país que aún no tiene comité olímpico, desfiló bajo la bandera olímpica.
Tras el paseo de banderas, Bach pronunció un discurso sobre la importancia del deporte para unir a los jóvenes, pero lo más destacado de su intervención no fueron las palabras, sino el hecho de que, de improviso, sacara una cámara y él y otros presentes en el estrado se hicieran un simbólico “selfie” y conminaran a todo el público a hacer lo mismo.
A continuación el presidente chino, Xi Jinping, declaró inaugurados los Juegos poco después de que la bandera olímpica entrara en el estadio, transportada por glorias del deporte patrio como el atleta Liu Xiang o la saltadora de trampolín Wu Minxia.
En la tribuna de autoridades, junto al presidente Xi y su esposa Peng Liyuan, se sentaron el secretario general de la ONU Ban Ki-moon, los jefes de Estado de Burundi, Maldivas y Singapur, y varios directivos del COI, entre ellos el príncipe Alberto de Mónaco.