Conmemora la Uagro el 29 aniversario de la Facultad de Odontología
CHILPANCINGO, Gro., 17 de enero de 2014.- El estudio presentado por la asociación civil denominada Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, en el que equivocadamente menciona que Acapulco es la tercera ciudad más violenta del mundo, contiene una serie de inconsistencias y de datos infundados, porque además de que no coincide con las cifras oficiales de INEGI, visiblemente carece de metodología que avale sus resultados.
En ello coincidieron los presidentes del Colegio de Abogados del Estado de Guerrero AC, María de la Luz Reyes Ríos; de la Barra de Acapulco, Colegio de Abogados AC, Ezequiel Larumbe Radilla, y de Coparmex Acapulco, Joaquín Badillo Escamilla, quienes descalificaron los datos presentados, y conjuntamente expusieron sus consideraciones.
Señalaron que no es la primera vez que el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal A.C., que se presenta como “una organización de la sociedad civil surgida en julio de 2002 y es una red apartidista, laica e independiente”, hace señalamientos sin rigor estadístico, pues en años anteriores han difundido reportes que no sólo contradicen las estadísticas oficiales, sino que han sido rechazadas por las corporaciones policiacas.
Además, comentaron que hay elementos del mismo estudio presentado que permiten desestimarlo, porque se reconoce que los gobiernos de no pocas entidades federativas falsifican las cifras.
Los representantes de Coparmex y las agrupaciones de abogados señalaron que el Consejo Ciudadano para la Seguridad y la Justicia Penal plantea que esa falsificación se constata cuando se cotejan las cifras de homicidios y otros delitos que los gobiernos locales reportan, con una clara contradicción a las que genera el INEGI, las cuales son más abultadas y resultan de un ejercicio más profesional y honesto.
Asimismo, retoman más datos del estudio presentado con inconsistencias, mismo que indica: “Al respecto quepa citar a manera de ejemplo los casos más escandalosos de discrepancia, que evidencian la manipulación de cifras y que tienen relación directa con el ranking, los cuales corresponden a los estados de Tamaulipas, Coahuila y Chihuahua. Los datos son 2012, pues el INEGI hasta mediados de 2014 dará́ a conocer sus cifras preliminares de 2013.
“El caso más escandaloso de falsificación de cifras es el de Nuevo Laredo, Tamaulipas. El gobierno del estado reportó 288 homicidios en 2012. Con esa cifra y una tasa de 72.85 homicidios por cada 100 mil habitantes, se ubicó́ en el octavo lugar del ranking de las 50 ciudades más violentas del mundo. Pero el INEGI registró 544 homicidios, es decir, ¡un 88.89% más! Eso significa que la tasa de Nuevo Laredo en realidad fue 137.61 homicidios por cada 100 mil habitantes, con lo cual el lugar que le habría correspondido en el ranking seria el tercero mundial”.
Los representantes de las agrupaciones guerrerenses refieren también el Consejo indica en su estudio: “El segundo caso de falsificación de cifras se refiere al municipio de Torreón, Coahuila. El gobierno local reportó al SE-SNSP un total de 462 homicidios en 2012, cuando que el INEGI registró 792, es decir, un 71.43% más.
“El tercer caso notorio de falsificación de cifras corresponde al municipio de Chihuahua, capital del estado del mismo nombre. El gobierno local reportó al SE‐SNSP un total de 363 homicidios en 2012, mientras que el INEGI registró 587, es decir, un 61.71% más. Es decir, en el lugar de la posición 32 en el ranking que tuvo Chihuahua con una tasa de 43.49 homicidios por cada 100 mil habitantes, en realidad tenía que haber sido la posición 12, con una tasa de 69.56”.
Los presidentes de las agrupaciones Colegio de Abogados del Estado de Guerrero AC, Barra de Acapulco, Colegio de Abogados AC, y Coparmex Acapulco cuestionan que cómo puede asegurarse que Acapulco es la tercera ciudad más violenta, si quienes elaboraron el estudio reconocen implícitamente que todas las cifras están trucadas, y ellos mismos dicen en parte del mismo que las cifras oficiales están basadas en fraudes.