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VICTORIA, Australia. 05 de marzo de 2015.- Esta semana, las autoridades australianas en materia de protección del medio ambiente sacrificaron, en secreto y mediante inyección letal, a 686 osos koalas ello por el riesgo de desnutrición derivado de una supuesta superpoblación del marsupial.
Según informa el diario The Australian, el proceso de purga animal se llevó a cabo por medio de 3 “operaciones de eutanasia en el marco de una campaña encubierta para evitar las críticas de los grupos ecologistas y de la propia sociedad australiana”, ello en la zona de Cabo Otway.
“Los koalas desnutridos que han sido sacrificados fueron capturados en los árboles, sedados y evaluados por veterinarios”, precisa el tabloide al añadir que 8 mil koalas habitan en la zona (lo que supone unos once ejemplares por cada hectárea, frente a la tasa de menos de un koala por hectárea que existe en el resto de Australia).
Y es que conforme a Desley Wisson, una experta en koalas de la Universidad Deakin, el sacrificio de los marsupiales era necesario debido a que “se ha llegado al punto en el que no quedaban hojas de eucalipto en los árboles y los koalas se caían literalmente de las copas… muertos de hambre”.
Ante algunas voces que sugiere que los osos podrían haber sido trasladados a espacios como Queensland, Nuevas Gales del Sur o Australia de Sur (donde la especie se encuentra en peligro de extinción), la doctora Wisson ha subrayado que es imposibles, ya que “los mamíferos fueron introducidos apócrifamente en la región de Victoria en su momento y se asentaron ahí. Por cuestiones biológicas, el koala se queda en el mismo espacio aún se encuentre en peligro de muerte, no es una especie nómada, lo que ha hecho muy difícil su reubicación. No es muy apropiado trasladar a un koala, muchos de ellos mueren de estrés durante ese proceso”.
Por su parte, Frank Fotinas, quien dirige el parque Bimbi Park Caravan, ha denunciado en la radio ABC que toda la zona huele a “koalas muertos. Muchos más mueren de forma natural que sacrificados, deberían venir y ver los árboles. Hay cientos de acres de árboles secos y no podemos permitir que los marsupiales sufran en estas condiciones”.
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