México ante su mayor amenaza
México pasa por una crisis política, social y económica que nos recuerda hace 20 años con el famoso error de diciembre y los asesinatos políticos que crisparon las vidas de los mexicanos y costó miles de millones de pesos a los mexicanos. En materia social hoy en día requerimos reconstruir el tejido social y sobre todo recuperar la cohesión social que se ha perdido en muchas entidades del país, especialmente en el sur.
Conceptualmente hablando, la cohesión social se refiere a las relaciones e interacciones de las personas en la sociedad. La cohesión social debe surgir como un esfuerzo democrático para establecer equilibrios sociales, dinamismo económico e identidad nacional, a fin de instaurar un sistema de equidad sostener los impulsos del crecimiento económico no controlado, y evitar la fractura social.
La cohesión social es un proceso social que busca consolidar la ciudadanía en pluralidad al reducir las desigualdades y promover espacios para las reclamaciones políticas y judiciales contra la injusticia. Es el punto de encuentro de la democracia social con la democracia política. Una sociedad cohesionada es un prerrequisito para la democracia política y la estabilidad social.
La dimensión productivo-ocupacional se refiere al acceso universal al empleo y a los beneficios del crecimiento económico. Por ejemplo, dinamizar la economía local a través del fomento de la formación profesional y de la ampliación del acceso al trabajo digno exprime una estrategia para incrementar la Cohesión Social. La dimensión social está relacionada al acceso universal a los servicios sociales básicos: educación, salud y seguridad ciudadana. Asimismo las políticas públicas que contribuyen a incrementar la cobertura y cualidad de los servicios sociales básicos, implicando también la colaboración público-privada, implementan esta dimensión.
La dimensión territorial cuenta con la reducción de los desequilibrios territoriales. Así que, una planificación urbana y una gestión territorial que mira la integración urbana, la eliminación de factores de discriminación de grupos sociales ligada al lugar de residencia, la mejora de la calidad de vida de los barrios y regiones más vulnerables el aprovechamiento de las sinergias y la mejora de la integración de las regiones transfronterizas, contribuye a la cohesión territorial.
La dimensión cívica resalta la relevancia de construir una identidad socio-cultural y de promover una ciudadanía activa, también a través del fomento de la participación ciudadana en el diseño, en la ejecución y en la evaluación de las políticas públicas. La dimensión institucional vincula la planificación estratégica e inter-sectorial con el incremento de la Cohesión Social, que también se fortalece a través de las capacitaciones de las instituciones locales y el fomento de la colaboración público-privada en la gestión local.
Los componentes de la Cohesión Social ayudan la comprensión del concepto, y posibilitan la evaluación de las políticas públicas que contribuyen a la construcción y consolidación de la Cohesión Social. Ellos son identificadas en: inclusión, igualdad, legitimidad, participación, reconocimiento y pertenencia e pueden ser agrupados en tres sub-áreas: el componente de inclusión está relacionada al vínculo que hay entre la esfera económica y la esfera social.
Además de los programas y políticas de inclusión para grupos específicos excluidos, esta componente se refiere al fomento del empleo y del desarrollo local. También relacionado a la esfera económica es el componente de igualdad, es decir, igualdad de oportunidades para la populación de un territorio, el compromiso con la justicia distributiva y la equidad, incorporando las cuestiones de género y otros tipos de discriminaciones.
Reconocimiento y pertenencia resaltan la esfera sociocultural de la Cohesión Social. Se refieren a la prevención de los conflictos basados en cuestiones culturales, políticas religiosas o étnicas a través de mecanismos de generación de reconocimiento de las diferencias y de mediación positiva que propician la convivencia ciudadana entre diferentes grupos. Al mismo tiempo, citan la importancia de la cultura como “patrimonio social” que salda la identidad de la sociedad.
Así que, la promoción de la Cohesión Social, constituye un espacio privilegiado de la cooperación , para fortalecer las políticas públicas que ofrecen soluciones adecuadas para enfrentar los problemas estructurales de México, tales como los altos índices de pobreza, la extrema desigualdad y las diversas formas de discriminación y exclusión social, bien como soluciones apropiadas a los cambios en las esferas productivas, en las estructuras sociales, en las relaciones de familia y de género.
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