Sin mucho ruido
Los mensajes de una renuncia
Al reaparecer públicamente el pasado 14 de octubre, el ex gobernador Ángel Aguirre Rivero, sentenció que “un político termina su carrera política hasta que se muere”. Desde luego, lo anterior es relativo.
Es decir, el político se mantiene vigente y vivo en la rueda del poder público, con base en los hechos y obras que lo respaldan. De eso depende la eventualidad de su sobrevivencia. Generalmente, políticos como el ex edil perredista de Iguala, José Luis Abarca Velázquez, jamás regresarán a la política.
Extraña por eso, que al interior del PRD, el grupo aguirrista se desgajara hasta el punto en que el senador Sofío Ramírez Hernández, presentara su renuncia como militante de ese partido. Y eso abre perturbadoras lecturas.
AGUIRRISMO: ABANDONAR AL PRD.- Como partido de coyuntura, al PRD le ha funcionado arribar al gobierno estatal, con dos políticos externos.
Primero, Carlos Zeferino Torreblanca Galindo. Y luego, Ángel Aguirre. Zeferino es pésimo para la operación política. Por eso las cosas no se le dieron. Pero Aguirre no.
De ahí se abanica lo demás: 1.-En la coyuntura de la competencia electoral de gobernador del pasado 7 de junio, muchos cuadros aguirristas se regresaron con el candidato de su ex partido, el PRI.
Le apostaron al proyecto de Héctor Astudillo. Uno de ellos fue el ex diputado federal, Jorge Salgado Parra, quien gracias a esa apresurada adhesión y como premio político de consolación, fue ubicado en la dirección del Instituto Estatal para la Educación de Jóvenes y Adultos de Guerrero (IEEJAG).
Pero los Salgados no quedaron en buenos términos políticos con el ex gobernador Aguirre. Por eso y si es que se le da, Salgado Parra tendría que buscar la alcaldía de Chilpancingo para la elección de julio de 2018, de la mano de Héctor Astudillo. No de Ángel Aguirre. El problema es que en la fila tricolor, aparecen formados otros tiradores que se la van a disputar con fuerza.
2.-La renuncia del senador Sofío Ramírez al PRD, se lee como un signo político elocuente: en el PRD, las puertas ya estaban cerradas y con cerrojo, para el grupo aguirrista. Por eso la renuncia de Sofío debe ubicarse en el contexto de las candidaturas independientes para la elección de julio de 2018. Y los tiempos apremian. El grupo aguirrista pudo evaluar la situación en los siguientes términos: el PRD y la tribu los chuchos de Nueva Izquierda (NI), no cederían para esa elección futura, la candidatura a la alcaldía de Acapulco, al hijo del ex mandatario, Ángel Aguirre Herrera. O en su defecto, al propio Sofío.
Una señal parece ubicarse como determinante al respecto: el arribo de Agustín Basave a la presidencia del PRD nacional. Y por supuesto, de la ex candidata a gobernadora, Beatriz Mojica Morga, como secretaria general. 3.-De esta forma, la lucha electoral por el Senado de la república en ese partido, quedaría centrada en dos visibles actores perredistas: el edil de Acapulco, Evodio Velázquez Aguirre. Y la propia Beatriz Mojica.
El punto sin embargo, es que una candidatura independiente en Acapulco por ejemplo, prendería más, que los candidatos postulados por los partidos con más fuerza electoral en dicho municipio. En este caso, el PRI y el PRD.
Entonces la competencia electoral se tornaría atípica. Y hasta incierta. Porque para esa fecha, el PRI ya acumularía severos desgastes por el estilo de gobernar sin resultados pero con mucho discurso hueco, por parte de Héctor Astudillo. Y el edil de Acapulco, Evodio Velázquez, se instalaría en esa misma sintonía.
El natural desencanto ciudadano hacia los partidos políticos, conduciría a muchos electores a decidirse por algunos candidatos independientes. Ahí parece estar centrando su principal objetivo político, el grupo aguirrista. Y Sofío es su avanzada principal. Eso explicaría de fondo, su renuncia al PRD.
HOJEADAS DE PÁGINAS…Mientras que la PGR confirmó a familiares de desaparecidos, el hallazgo de 19 cadáveres en una barranca del municipio de Chichihualco, el gobernador priísta Héctor Astudillo, desmintió esa información. ¿Acaso no existe coordinación entre la autoridad estatal y la federal, con el fin de no estarse contradiciendo públicamente? ¿Pretenden así y con esa discordante información, dar resultados en materia de seguridad? ¿Quién miente? ¿La PGR o el gobernador Astudillo?