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MORELIA, Mich., 16 de noviembre de 2014.- El brutal asesinato de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa se ha convertido en una causa nacional en México, y la inacción del gobierno es percibida por la ciudadanía como un desdén que pone al país al borde del estallido social y la inestabilidad política, destaca el periódico británico The Guardian en su edición de este domingo.
La furia reprimida de las familias de los jóvenes normalistas refleja la intensidad de las violentas protestas que marcaron esta agitada semana, y que han profundizado la crisis que enfrenta el presidente Enrique Peña Nieto desde el regreso de su gira por China y Australia, que para muchos es signo del desdén por el sufrimiento y la rabia de los ciudadanos, dice The Guardian.
“La respuesta del gobierno ha sido vergonzosamente deficiente, marcada por la negligencia de la vida de las personas comunes, pues solamente le preocupa controlar los daños y tratar de que las cosas no afecten los flujos de inversión. En situaciones como ésta las cosas terminan en el estallido social y la inestabilidad política, pero el gobierno no parece verlo así”, dijo The Guardian Edgardo Buscaglia, conocido especialista internacional en seguridad y narcotráfico.
The Guardian destaca que la semana inició con enfrentamientos entre manifestantes y policías en Guerrero, siguió el incendio a la sede del PRI en Chilpancingo, la capital del estado, y el miércoles el fuego se extendió a las oficinas del gobierno estatal.
Las protestas se multiplicaron en todo el país y más allá, recuerda, The Guardian. “En Amsterdam resonaron los reclamos de justicia de los aficionados mexicanos en el minuto 43 del partido amistoso de futbol con la selección de Holanda”.
El jueves y el fin de semana las protestas se incrementaron y en Michoacán profesores sindicalizados bloquearon las sedes de 22 municipios de la entidad. Mientras tanto, el presidente Peña lo más significativo que dijo en una escala en Anchorage, Alaska, en donde señaló “Decimos sí a la justicia, el orden, la armonía, la tranquilidad, y decimos sí a la aplicación de la justicia”, señaló en referencia a la quema de la puerta de Palacio Nacional.
“El presidente no mencionó el hecho de que, antes de que la puerta fuera incendiada, las calles de la capital de la república estaban llenas de miles de ciudadanos que manifestaban su descontento de manera pacífica con pancartas con la frase ‘Ya me cansé’ que hizo popular el procurador Jesús Murillo Karam.