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CHILPANCINGO, Gro., 13 de abril de 2014.- Con machete en mano y armadas de valor, las mujeres participan en los recorridos nocturnos que realizan los grupos de autodefensa surgidos en tres colonias de Chilpancingo, capital de Guerrero.
Desde la noche del sábado 5 de abril, media decena de mujeres, jóvenes y mayores, recorren las calles de la colonia Viguri y la zona conocida como El Mirador.
Armadas con machetes y palos, acompañan a los hombres en las caminatas de vigilancia nocturna.
Las guardias ciudadanas iniciaron sus operaciones hace 8 días, ante el incremento de robos y asaltos a mano armada; desde el primer momento, incluyeron a cinco mujeres que forman parte del Comité de Colonos de La Viguri.
De acuerdo a los testimonios, en un lapso de 15 días registraron 22 asaltos y a pesar de que en todos los casos solicitaron el auxilio de la policía, nunca acudió ninguna autoridad.
A poco más de una semana de operación, la autodefensa de la colonia Viguri logró lo que en años no pudieron las policías Municipal y Estatal: disminuir a cero la incidencia delictiva.
El logro, de acuerdo a los miembros de la autodefensa, se debe en gran medida a la participación de las mujeres, las que recorren las calles con machete en mano, al lado de los hombres, como las que proveen de agua, café y alimento a quienes participan en el movimiento.
La medida adoptada por los vecinos de esta colonia tuvo aceptación por parte de los elementos motorizados de las policías Federal y Estatal, al punto que realizan los recorridos nocturnos de manera conjunta.
Un grupo de mujeres se encarga de proveer agua y cena a los policías que llegaron a reforzar las guardias ciudadanas.
En el fraccionamiento Río Azul, las mujeres también se unieron al movimiento de autodefensa que inició la noche del jueves 10 de abril.
En le fraccionamiento ubicado al sur de la capital habitan cerca de 150 familias, que en los últimos meses vieron un incremento en la actividad delictiva.
Tres familias despojadas de sus viviendas por la delincuencia, nueve vehículos robados y nula respuesta de las autoridad para atender las denuncias de los ciudadanos fueron el detonante para que los vecinos se armaran con machetes, palos y hasta resorteras.
Antes de media noche instalan puntos de vigilancia ciudadana y realizan recorridos, para impedir la entrada de personas ajenas al fraccionamiento y evitar asaltos a mano armada, robo de vehículos y de viviendas.
En el primer día de operación de la guardia ciudadana participaron cerca de 30 personas; actualmente suman casi 50 y no sólo participan hombres, también las mujeres se sumaron al movimiento.
Algunas forman parte de los equipos que realizan los recorridos nocturnos, otras preparan ollas de café y reparten pan a los vigilantes.
Hace menos de una semana ingresaban grúas al fraccionamiento para robarse los vehículos estacionados en la calle.
A cuatro días del surgimiento de las guardias ciudadanas, no se registra el robo de ninguna vivienda ni automóvil.
El movimiento surgido en el fraccionamiento Río Azul se extendió a la colonia indígena Emperador Cuauhtemoc; también ahí las mujeres se sumaron a los grupos ciudadanos de vigilancia.