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Luego de que el mismo procurador general de Justicia del Estado de Guerrero, Iñaki Blanco Cabrera, señalara a “Los Últimos Rojos” como autores del atentado contra Pioquinto Damián, y este se negara a aceptar tal versión, adjudicando los hechos, una y otra vez, al alcalde Chilpancingo, el empresario guerrerense anunció su exilio.
Fue el pasado 11 de marzo cuando ofreció una conferencia de prensa, en donde anunció que se iba de México por el temor que tenía de sufrir un nuevo atentado contra él o contra su familia.
En ese momento, Damián Huato no quiso revelar el sitio al que partiría; sin embargo, después reveló que el 12 de marzo se marcharía a la ciudad de México y luego de tres días, volaría a Cuba, isla con “seguridad rígida y clima similar al de Chilpancingo”, para permanecer ahí por tiempo indefinido.
El día de su salida a la ciudad de México, y para resguardo de su integridad, lo hizo escoltado por miembros de las Fuerzas Estatales, entre patrullas y canes policiacos, que a decir del propio empresario, así fue la instrucción del gobernador Ángel Aguirre Rivero.
Las declaraciones de Pioquinto Damián Huato contra el alcalde Mario Moreno Arcos por la inseguridad se desataron en julio de 2013.
Cuando Mario Moreno fue alcalde por primera vez, de 2005 a 2008, la hija del empresario Xochitl Damián, fungió como directora de Desarrollo Económico.
Como pago político por apoyarlo en la campaña con toda la estructura de la Canaco, el alcalde colocó en la nómina del ayuntamiento al chofer de Pioquinto, Juan Enrique Pastor Flores, a quien nombró director de Protección Civil.
La hija de Pioquinto, Xochitl Damián, se mantuvo en el cargo hasta el siguiente periodo, el de Héctor Astudillo Flores.
Sin embargo, al regresar Mario Moreno a la presidencia municipal la destituyó.
Fue entonces que el ex presidente de Canaco arremetió contra el alcalde y en adelante, lo acusó de pertenecer y proteger a la delincuencia organizada.
De acuerdo a declaraciones recientes de Mario Moreno, el empresario sólo trata de llamar la atención en el escenario político.
Sin embargo, aún se cuestiona que el atentado contra Damián Huato ocurriera minutos después de llamarlo “narco alcalde” en un acto público.
El edificio en el que Damián Huato pasó encerrado los últimos días –“esta cárcel”, como lo consideró en una entrevista–, no ha estado exento de polémica y problemas legales.
Ubicado en el zócalo de la ciudad, es un edificio de ocho niveles, que en su primer piso alberga un McDonalds; en el segundo y tercer nivel, “oficinas” y el resto, una estructura de fierro que ha sido clausurada por las autoridades y criticada por la falta de armonía que genera con el entorno.
Durante los años 60 y 70, en el terreno de unos 150 metros, se ubicaba una modesta cada de dos plantas, donde su propietario, el señor Sigifredo López, tenía una relojería y el restaurante Capri en la planta superior.
Sin embargo, a finales de los 80, el inmueble entró en conflicto, por supuestas irregularidades entre el propietario y el arrendador, el entonces prometedor comerciante, Pioquinto Damián Huato, quien administraba el restaurante, ya denominado Tlacololero.
Familiares del señor Sigifredo López, quien murió en medio del conflicto legal, denunciaron supuestas irregularidades en el proceso, mientras que Damián ha sostenido que se completó el proceso.
Años después, el inmueble fue sede de un banco, hasta que a mediados de los 90, en su mejor época, el comerciante decidió transformar el lugar de dos pisos, en un edificio que meses después fue suspendido debido ya que violaba diversas regulaciones, entre ellas de seguridad interna y externa, pues es sumamente estrecho y únicamente cuenta con un lado con ventilación e iluminación.
Además, se alegaron deficiencias en su construcción, pues al ser Chilpancingo una zona sísmica, un edificio de este tipo (ocho niveles), debía tener otras consideraciones en sus cimientos y diseño para enfrentar los fuertes vientos de la zona.
Actualmente, en el primer piso se encuentra el restaurante McDonalds, mientras que el segundo, vivía el propio Damián, en lo que él mismo consideró “su cárcel” hasta su exilio.
Pioquinto Damián Huato nació el 15 de enero de 1953 y actualmente tiene 61 años.
De 1981 a 1982, Damián Huato fue consejero de Canaco-Chilpancingo; de 1982 a 1983 ocupó la vicepresidencia; de 1983 a 1984 fungió como secretario; de 1984 a 1986 fue presidente del organismo empresarial
De 1986 a 1988, fungió como presidente fundador de la Federación de Cámaras Nacionales de Comercio en Guerrero.
De 1988 a 1989 ocupó nuevamente la presidencia de Canaco-Chilpancingo.
De 1989 a 1990, Pioquinto Damián regresó como presidente a la Federación de Cámaras Nacionales de Comercio en Guerrero.
De 1990 a 1993 se convirtió en presidente del Centro Coordinador Empresarial de Guerrero.
A la fecha, se mantiene como uno de los líderes empresariales con mayor presencia pública.
Dentro de su trayectoria administrativa y académica destaca lo siguiente:
Fue fundador y director de la Escuela Primaria José Martí, en Chilpancingo.
En 1974 se convirtió en presidente del Comité Ejecutivo de la Escuela Normal de Guerrero y ese mismo año ocupó la presidencia de la Federación de Escuelas Normales del Estado de Guerrero.
En 1996 fungió como coordinador del Subcomité de Educación del Comité de Planeación para el Desarrollo del estado de Guerrero, luego de que se le destituyera como secretario de Educación.
De 1970 a 1974 cursó la licenciatura en Educación Primaria en la Normal de Guerrero; de 1974 a 1978 estudió la especialidad de Literatura en la Escuela Normal Superior de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), donde también estudió una licenciatura en Filosofía y Letras.
De 1978 a 1981 fungió como profesor de Filosofía en la Escuela Superior de la UAG; otra materia que impartió en el mismo periodo fue la de Educación y Conocimiento de los Adolescentes.
En lo que refiere a la política, se le identifica como un hombre polémico, siempre envuelto en conflictos.
Gente cercana a Pioquinto lo define como“una persona de arranques y mal político”, que aún no aprende a cuidar sus declaraciones, al grado de caer en la imprudencia.
Mencionan que el empresario ha traicionado a varios compañeros, desde antes de estrenarse como comerciante.
De 1990 a 1993 fue diputado local en la LIII Legislatura del Congreso de Guerrero, cargo al que llegó a través del PRI.
En 1992, además de ser diputado local, encabezaba la dirigencia de la Canaco.
Junto a su hermano Alfonso Damián Peralta, que también era diputado local, tomaron el Congreso local.
Al acto llegaron personas de la sierra, quienes protestaron armadas contra el gobierno de José Francisco Ruíz Massieu (1987-1993).
Damián Huato argumentó que el gobernador no respetaba a los comerciantes y que las comunidades de la sierra buscaban desarrollo, el cual les era negado por Ruíz Massieu.
El propio Pioquinto relata que ese año protestaron unas 5 mil personas y presume que fue él quien inició las “megaprotestas”.
“Mi compadre (el gobernador) se molestó y nos desaforó a mi hermano y a mí”, contó el ex diputado en una entrevista.
Antes de renunciar al PRI, en 1987, Pioquinto fue presidente estatal del partido.
En 1996 el entonces gobernador interino, Ángel Aguirre Rivero, lo nombró titular de la Secretaría de Educación Guerrero (SEG).
Sin embargo, fue destituido del cargo un año después, presuntamente porque surtía toda la papelería de la dependencia en su propio negocio: La Daba.
En 1997, el PRD ya había abierto las llamadas Candidaturas Ciudadanas y fue así como Damián Huato logró la diputación federal, aunque recién había renunciado al PRI.
Su última pretensión por la vía del voto en el PRD fue en 1999, cuando contendió por la alcaldía de Chilpancingo; el empresario fue derrotado por el priista José Luis Peralta Lobato.
La última vez que Damián Huato participó en “la grilla” fue en 2010, en la campaña política del priista Manuel Añorve Baños para gobernador.
A pesar de ser perredista, el empresario explicó que no apoyó a su partido porque el actual gobernador, Ángel Aguirre Rivero, no se acercó a pedir su ayuda.
En ese entonces formó una red de ciudadanos a favor de Manuel Añorve Baños, cuya estructura integraban, principalmente, empresarios de Canaco, priistas y perredistas seguidores de Pioquinto Damián.