Dejan un decapitado y otro muerto con torniquete en periferia de Acapulco
IGUALA, Guerrero, 8 de octubre de 2014.- Sin armas llegaron, pero con muchas ganas de ayudar. Integrantes de la Policía Comunitaria de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero de la Costa Chica (UPOEG) se presentaron ante la comunidad de Iguala con la promesa de dar resultados y de encontrar a los estudiantes desaparecidos.
Con más espíritu combativo que armas a la vista, los campesinos demostraron entereza y mucha pasión al arribar a la entrada de la cuidad. No se intimidaron ante la presencia de los militares, policías federales y estatales cuando pasaron el retén de revisión.
“Les pedimos de favor que bajen de la unidad, por protocolo de la lucha contra el narcotráfico tenemos que revisarles su unidad para comprobar que no tienen artículos peligrosos”, fue la petición de los uniformados para los visitantes, quienes respondieron con “si vivos se los llevaron, vivos los encontraremos y si no, con nuestras manos escarbaremos”.
La mayoría son campesinos- Otros son maestros normalistas y unos más solamente buscan hacer más fuerte la presencia del movimiento. A comparación de los elementos federales y militares, los comunitarios portan mochilas, ropa, comida, huaraches y una que otra bolsa de dinero para “echar el taco pa’ cuando de hambre”.
Los contrastes
La llegada de los comunitarios al centro de Iguala fue recibida por algunos residentes como un alivio. Otros la calificaron como esperanzadora, pero los menos la vieron con indiferencia, ya que el descanso ha quedado prohibido desde el hallazgo de las fosas.
“Que vengan estos cabrones nos parte todo. Tenemos que triplicar turnos, nos exigen estar de tiempo completo. Es más, con decirte que no hemos llegado a nuestras casas, dormimos en la camioneta y a veces nos bañamos a cubetadas que nos dan en las casitas de aquí atrás”, comentó un agotado y fastidiado policía de la Fuerza Estatal que recibió a los comunitarios después de ocho horas de espera en el retén de Iguala.
Al igual que el efectivo, algunos vecinos no se sienten tan seguros de la llegada de la UPOEG, ya que, según su perspectiva, sólo podrían atraer algunos problemas, acompañados de balas y sangre.
“La verdad es que éstos solo se cuelgan de problemas ajenos. Dicen que hay gente de ellos que fueron desaparecidos y que son víctimas, pero la verdad que no les creo, cuando aparecen, según desarmados, solamente se están camuflando para aprovecharse del momento”, aseguró una vecina que prestaba, más a la fuerza que con gusto, su patio para los Halcones de los Guerreros Unidos.
Ante la indicación de que nadie más podrá pasar a las fosas clandestinas, donde presuntamente fueron encontrados los restos de los normalistas de Ayotzinapa, los integrantes de la Policía Comunitaria arrancarán acciones desde temprano para hallar y reconocer si hay más restos humanos.
“¿Qué perdemos? ¿Qué nos saquen del lugar y nos digan que no pueden pasar?, los vamos a encontrar ojalá sea vivos, pero de lo que si te aseguro es que daremos información antes que este gobierno nefasto”, aseguró uno de ellos al momento de sacudirse la tierra de los pantalones con su sombrero.