Lo que vale para uno vale para otro
¿Para qué quiere CAPAMA ambulancias?
“Para qué me regalas algo que no voy a usar”, decía mi abuela. Y tenía razón las cosas son para usarse, no para guardarse.
Eso es lo que pasará con las ambulancias que el gobierno del estado regaló a la CAPAMA sino se justifica en la cotidianidad su uso real.
Y se repetirá lo que ocurre en la casa de los pobres, donde se adquieren cosas que no justifican su uso, se llena la casa de cachivaches por el solo hecho de acumular, de tener, sin que las cosas tengan un uso necesario.
Esta es la lógica del director de CAPAMA, Leonel Galindo González para responder a los acapulqueños que se hacen varias preguntas: ¿para qué quiere CAPAMA ambulancias cuando su prioridad es dar agua a los acapulqueños mientras más de media ciudad carece del líquido?
En días pasados, con asombro, vimos estacionadas al frente del edificio de la paramunicipal las ambulancias, ahí donde veranean cerca de 2 mil burócratas, no técnicos especializados que requiere con urgencia el organismo, sino aviadores, recomendados, familiares, amigos y amantes de regidores y funcionarios, que hacen una nómina adiposa que no tienen mayor función que cobrar su quincena religiosamente.
Galindo González se hace como el tío Lolo y no parece entender cuál es la función real del organismo que dirige, que es dar agua a los acapulqueños y no sostener una burocracia inútil que devora el presupuesto.
En un boletín oficial se informa que “el pasado lunes 21 de octubre recibió en comodato dos ambulancias propiedad del Gobierno del Estado de Guerrero”. Muy bien, ¿y por qué mejor no las recibe Salud municipal?
Las que según el comunicado tienen “como objetivo reforzar las políticas públicas de la presente administración en materia de prevención y cuidado de las y los trabajadores de la CAPAMA”. ¿Cuidado a la burocracia que veranea ahí?
“Muchas de las acciones de esta comisión consisten en utilizar químicos de reacción inmediata, realizar maniobras en ductos que contienen gases tóxicos, así como trabajos en temporadas de calor, siendo susceptibles a intoxicación, alteraciones, deshidratación, golpes de calor entre otros, siendo importante que reciban de manera inmediata los primeros auxilios para posteriormente ser trasladados para recibir la atención médica pertinente”, dice el boletín.
¿Estas emergencias de la burocracia dorada de CAPAMA no podrían ser atendidos por los servicios municipales de salud? Hay que recordarle al director que CAPAMA es un organismo que no tiene ni para pagar la luz.
Los mismos argumentos podrían darse para dar seguridad y servicios de emergencia a los trabajadores de seguridad pública, los de playa, los de saneamiento básico y a los turistas que visitan nuestra peligrosa ciudad.
Lo único que veremos es el incremento de la nómina, gastos de mantenimiento y, muy pronto, así lo indica la cultura de la corrupción que impera en CAPAMA: gastos de gasolina, refacciones, llantas y dos vehículos más desvalijados de todo, como los cientos que se encuentran en el cementerio de carros de la paramunicipal.
“Con un sentido humano y estricto apego a los protocolos de seguridad laboral a la que todo trabajador y trabajadora tienen derecho, esta Comisión aceptó las ambulancias para sus usos correspondientes”, concluye el boletín que mejor podría terminar así: con sentido humano y estricto apego a los protocolos y responsabilidad del organismo que es brindar agua a los acapulqueños y administrar los recursos públicos con honestidad. Algo huele mal en CAPAMA y no es precisamente el drenaje.
Y a manera de posdata. Todos los verdaderos trabajadores requieren equipo de seguridad para hacer sus labores y más aquellos que trabajan con productos peligrosos. Lo que tiene que informar el director Leonel Galindo es cuántos accidentes sufren los técnicos de CAPAMA al realizar sus labores y el equipo con el que cuentan.
PD. Los trabajadores del organismo tienen ISSSTE y un médico, Rafael Marqués Gómez, en sus instalaciones, que según los mismos empleados, no tiene ni cédula que lo acredite como profesional de la salud.