Agua ardiente, bebida ancestral que se reivindica en San Luis Acatlán

CHILPANCINGO, Gro., 15 de julio de 2021.- En la frontera entre las regiones Costa Chica y La Montaña, los campesinos de Río Iguapa reivindican la producción del aguardiente, una bebida ancestral que aseguran sirve de protección para el coronavirus.

En el Río Iguapa, una localidad perteneciente al municipio de San Luis Acatlán, con una población de más de mil habitantes, una familia suma dos generaciones dedicándose a la producción de esta bebida conocida por los lugareños como el “llanto de la montaña”.

El aguardiente es una bebida 100 por ciento natural que guarda ciertas similitudes con el mezcal. Se hace a base de derivados de caña y de acuerdo con Florencio, quien encabeza la pequeña fábrica, el principal problema que enfrenta es el bajo costo que fijan los consumidores para adquirirlo.

Aun cuando no se requiere de un complejo sistema de producción y siendo todo artesanal, cada litro de aguardiente puede costar aproximadamente 90 pesos, a diferencia del mezcal al que se le determinan precios superiores dependiendo de la calidad del producto.

En una jornada de producción, que dura más de 12 horas, se llegan a generar entre 20 y 30 litros de aguardiente con un grado alto y mediano de alcohol.

Para producir, los campesinos tienen que esperar durante un año para cosechar la caña, la cual tiene que ser triturada en un molino artesanal, para después pasar a una etapa de cocimiento, de donde se obtiene la panela.

La panela es depositada en tambos de aluminio o plástico, donde se fermentará después de una semana, junto a otros ingredientes como chile verde y de árbol.

La mezcla fermentada pasa a un proceso de destilación en el que se utilizan tambos de aluminio que son sometidos a una fuente de calor producida con leña de encino, donde luego de una hora, comienza a arrojar los primeros líquidos de lo que será la bebida que es depositada en garrafas.

Este procedimiento inicia aproximadamente a las 7 de la mañana y concluye después de las 6 de la tarde.

Don Florencio, quien siguió los pasos de su padre en la elaboración del aguardiente, dice que esta bebida se debe calentar y después colocar en todo el cuerpo para que actúe como remedio para cualquier gripe e incluso del coronavirus.