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Rinden homenaje a líder de la CETEG asesinado en Chilpancingo
CIUDAD DE MÉXICO., 7 de diciembre de 2019.- El litio se ha convertido en uno de los elementos químicos clave en un mundo que busca tecnologías más ligeras, con materiales resistentes y varias veces reutilizables, afirmó en un comunicado Plinio Sosa Fernández, experto de la Facultad de Química (FQ) de la UNAM.
El tercer elemento de la tabla periódica ha sido usado desde hace tiempo en diversas industrias: para tratar la bipolaridad y depresión; para obtener mejor aluminio y grasas multipropósito para lubricantes; en el aire acondicionado o para el caucho sintético.
El boom de su uso se dio por el desarrollo de las baterías de litio, por lo que John B. Goodenough, Stanley Whittingham y Akira Yoshino se hicieron merecedores del Premio Nobel de Química 2019, indicó el universitario.
Estas baterías son usadas en todo el mundo para teléfonos celulares, equipos electrónicos de trabajo, para los autos eléctricos y dispositivos recargables, celdas solares o para la generación de energía eólica.
“El mundo moderno requiere litio, pero hay otros elementos de gran importancia para hacer chips o semiconductores, como el estaño o bismuto. El oro y la plata siguen siendo trascendentes, pero su principal uso es un referente económico”, subrayó el investigador.
Las principales reservas de litio están en el triángulo que forma Bolivia, Argentina y Chile, naciones donde actualmente hay problemas sociales.
En 2009, se anunció que en Zacatecas y San Luis Potosí fue descubierto uno de los mayores yacimientos de litio y potasio del mundo, que colocó a México como uno de los 11 principales países en extraerlos.
“En la naturaleza estos elementos estaban concentrados en las minas, pero con su uso se han desperdigado por el mundo y debemos buscar la manera de volverlos a juntar y reciclar. Aún queda una cantidad considerable, pero se están dispersando tanto, que en algún momento será difícil recolectarlos nuevamente”, alertó Sosa Fernández, ganador del Premio Nacional de Química Andrés Manuel del Río.
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