Sin mucho ruido
El normalismo, otro desaparecido
Transcurrieron ya siete de años de la desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal Isidro Burgos en Ayotzinapa, sin claridad sobre lo ocurrido. Desde entonces, con la participación de cada nueva generación, los alumnos de esta institución, participan en sus movilizaciones y acompañan a los padres y madres que, no han cesado en la búsqueda de sus hijos.
Más allá de que en este caso la justicia en el caso no sólo ha sido ilusoria, ha sido deliberadamente negada, está el hecho de replantear a estas instituciones educativas que socialmente tienen un peso importante en la Región Pacífico Sur.
Lázaro Cárdenas del Río impulsó vigorosamente el artículo tercero constitucional, al reorganizar las instituciones educativas, fortaleció las normales rurales y con ellas ofreció un nuevo destino a a las zonas marginadas del país. Esas normales operarían bajo el extensionismo, aplicar los avances de la ciencia a la agricultura, alfabetizar anos campesinos arrigándoles a su lugar de origen y formándoles como profesionistas en diferentes disciplina
En 37 años (que van de 1932 a 1969), las normales rurales formaron más de 200 mil maestros, con una clara vocación de servicio, pues muchos de ellos tuvieron que aprender las diversas lenguas para comunicarse con sus alumnos y después los alfabetizaron, sobre todo en los estados de Chiapas, Guerrero, Michoacán y Oaxaca; a esto habría que agregarle la falta de medios de comunicación, ya que a la mayor parte de las comunidades se llegaba a pie o en bestias.
En la actualidad existen al menos seis tipos de Escuelas Normales. En total hablamos de 444 en todo el país, 262 públicas y 178 privadas. Las Normales Rurales fueron creadas en la década de 1920.
Existe un grupo de 21 normales rurales en todo el país, caracterizadas por su participación constante en diversas luchas sociales, principalmente magisteriales, con clara formación basada en ideologías de movimientos revolucionarios del siglo XIX y XX y en ellas están las ubicadas en la RPS.
En Chiapas figuran la Escuela Normal Rural “Mactumactzá” y Escuela Normal Indígena Intercultural Bilingüe “Jacinto Canek”. En Guerrero, es la Escuela Normal Rural “Isidro Burgos” ubicada en Ayotzinapa, municipio de Tixtla. En Oaxaca están la Escuela Normal Rural vanguardia de Tamazulapan mtro. Moyses Perez Cruz; Escuela Normal Bilinguë e Intercultural de Oaxaca Dr. Enrique Francisco Antonio.
En Michoacán, Escuela Normal Rural “Vasco de Quiroga” y Escuela Normal Indígena de Michoacán
La lucha política sepultó a la academia y se generaron las distorsiones. El profundo desgaste de su credibilidad y empatía social, provocado por años de excesos, constantes protestas violentas y una evidente desvinculación de su vocación formadora en la docencia, parece haberse convertido en la sentencia final para las escuelas normales rurales.
El normalismo rural fue creado para un México que ahora tiene problemas distintos, a los que las normales ya no responden, porque sí existe marginación y pobreza, pero las propias normales en estos momentos extraviaron los fines para los que fueron creadas. El dilema de suprimirlas o renovarlas ha politizado el problema y convierte al estudiantado en rehenes de la cooptación política.
En 2015, las Escuelas Normales en conjunto recibieron recursos por mil 195 millones de pesos; en 2021 la cifra se desplomó a 170 millones de pesos, lo que supone una contracción de 85 por ciento en términos nominales y de 88 por ciento en términos reales.
El 3 de junio El presidente López Obrador señaló que hay “cacicazgos” en centros educativos públicos y “abusos en el manejo de fondos” en las escuelas normales rurales, que forman a maestros.
A veces hay medidas de “represión al interior” de las normales por parte de los grupos que tienen el control de estas escuelas y obligan a los alumnos a llevar a cabo “conductas antisociales” para tener derechos como el del comedor o de la posibilidad de estudiar.
La autoridad universitaria ha sido rebasada, maniatada, despojada del poder, expulsada y hasta impuesta por un “consejo estudiantil” sobreempoderado por la injerencia de aliados e intereses externos que ya nada tienen que ver con la formación profesional docente de las y los estudiantes normalistas. Ese grupo es Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM) que tiene el control en 16 normales rurales en el país.
Aunque se han implementado diversas acciones para consolidar a estas escuelas como instituciones de educación superior, no han sido las convenientes para lograr que la mayoría de las normales accedan a recursos suficientes para su desarrollo y alcancen los mejores resultados.
Al parecer, esto se debe a que dichas acciones no han estado acompañadas por un diagnóstico que las distinga entre sí y permita mostrar que, si bien existe un conjunto de escuelas normales que han logrado mantenerse como referentes importantes para la formación de docentes —el análisis por conglomerados distingue a 11 instituciones de las 260 públicas—, existe un bloque numeroso de normales públicas —y casi todas las privadas— con matrículas y cuerpos académicos muy reducidos que requieren de estrategias, recursos y apoyos diferentes para apuntarlas dentro del sistema de instituciones de formación de profesionales de la educación.
Quien confunde la justicia con la violencia ha cerrado sus ojos, su corazón y su mente, por eso no entiende, diría la abuela.
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Fuentes:
Secretaria de Educación Pública
Presupuesto de Egresos 2021
Historia de las normales rurales. El Cotidiano, núm. 154, marzo-abril, 2009
Henández Grajales, Gregorio de Jesús. La historia de las normales rurales