En el juego
Lo formal y lo informal
La economía mexicana tiene inmensos retos. Por un lado, es necesario crecer a un mucho mayor ritmo, pero también hacerlo con base en esquemas de protección social, sistemas eficaces de redistribución del ingreso, y una sólida estrategia de largo plazo para fortalecer al sector laboral.
Es un hecho que la clave del bienestar para las personas se encuentra en la posibilidad efectiva que tengan o no, de contar durante periodos prolongados, con acceso al trabajo digno, es decir, aquél que permite tener un ingreso suficiente para la satisfacción de las necesidades elementales de todo ser humano, pero también a prestaciones económicas y sociales.
Si algo afecta al crecimiento y el desarrollo económico es la informalidad laboral, porque en primer lugar incrementa la vulnerabilidad social de millones de familias, pero también porque obstaculiza la innovación y ralentiza la competitividad.
La diferencia entre la formalidad y la informalidad del empleo radica en la adscripción que el patrón —o el empleador— dé a sus empleados a través del reconocimiento del vínculo laboral mediante el pago de la seguridad social.
La Región Pacífico Sur Oaxaca, Guerrero, Chiapas y Michoacán, tienen las tasas más altas, con porcentajes altísimos de personas laborando en condiciones informales (sin prestaciones, sin seguridad social). La población Oaxaca tiene a 80 por ciento de su población económicamente activa en la informalidad; Guerrero, a 76, y Chiapas, a 74 y Michoacán 65.
Hasta el cierre del segundo trimestre del año en curso Chiapas tenía una Población Económicamente Activa de 57.3 por ciento para una población total de 5 millones,609 mil,732. Su PEA era de 2 millones 263 mil 306. En términos relativos el total de desocupados era de 1.7 por ciento y el 35.6 por ciento de los inactivos no estaba disponible.
Guerrero mantenía una Población Económicamente Activa de un millón 531 mil 375 personas de las cuales 23 mil 116 se encuentran desocupados con un porcentaje de inactivos no disponibles de 30.9 por ciento.
En Michoacán, la población ocupada informal en el segundo trimestre de 2021 fue de 1.3 millones, 69.9 mil más comparada con el trimestre anterior. La informalidad en Michoacán no implica mayor número de trabajadores, sino que más de ellos pasaron de la formalidad a la informalidad.
Un total de 70 mil personas más que en el trimestre anterior son hoy informales. En el caso de los trabajadores hombres, los ocupados informales pasaron de 836 mil 413 a 840 mil 135.
Pero la cifra más dramática se da en el caso de las mujeres. Ellas pasaron de 428 mil 249 en el primer trimestre a 494 mil 404 en el segundo.
Oaxaca registró un incremento en el segundo trimestre de 2021 de 10 mil personas más que se encuentran en el trabajo informal, en comparación con el primer trimestre de este año.
la población ocupada informal, en el segundo trimestre fue de 1.5 millones de oaxaqueños trabajando en el sector informal; 10 mil más, comparado con el trimestre anterior.
Este sector comprende a los ocupados que son laboralmente vulnerables por la naturaleza de la unidad económica para la que trabajan, como aquellos cuyo vínculo o dependencia laboral no es reconocido por su fuente de trabajo.
La situación mexicana no sólo genera preocupación dentro de nuestro país. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha insistido en que la informalidad y la subocupación exhiben las dificultades que existen en el mercado laboral mexicano. Incluso los empleos informales se han visto afectados durante la crisis.
Un mercado laboral formal, definido usualmente por la afiliación de los trabajadores a algún sistema de seguridad social, y uno informal, sin registro en el IMSS o similares y, por ende, sin prestaciones ni reglas aplicables. El segundo representa 56.2 por ciento de todas las personas ocupadas de este país.
La expansión de los empleos informales se dio con una mayor velocidad que los empleos formales, más en este contexto de crisis económica.
En el empleo informal, en febrero de 2020 existían en el país 31 millones 350 mil 626 trabajadores informales. En julio de este año, el dato más reciente que tenemos, había 31 millones 800 mil 717 personas ocupadas en la informalidad.
Bienaventurado aquel que ha encontrado su trabajo; que no pida más, diría la abuela.
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Fuentes
Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, INEGI