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Teléfono Rojo
Me sustraje del tema hasta el final, después de leer o escuchar las opiniones de personas que quisieron hacerlo, expertas o no en el asunto, más allá de consideraciones técnicas en ingeniería, financieras, económicas, jurídicas o ambientales, entre otras de importancia.
Empiezo por preguntarle, amable lector, ¿Con qué frecuencia tomó usted un avión para trasladarse a CDMX en un vuelo nacional o internacional de enero a octubre de este año? ¿Una, vez, dos…cinco…diez veces? o ¡ninguna!
Si usted es un viajero frecuente y se traslada a CDMX una vez por semana, entonces usted estuvo en peligro de perder la vida las mismas veces que el avión aterrizó y despegó de alguna de las pistas del aeropuerto internacional Benito Juárez. ¿Por qué? Son razones de seguridad aeronáutica, según MITRE Corporation con sede en Washington, que es el centro de investigación más importante del mundo en la materia.
Explicado por los expertos de MITRE, es casi un milagro que funcione el Aeropuerto Internacional Benito Juárez de CDMX. O mejor dicho, es el resultado de la capacidad y pericia de ingenieros, pilotos y controladores de vuelos donde aterrizan y despegan 40 millones de pasajeros al año.
Sí, en el aeropuerto de CDMX nuestros técnicos realizan más de 440 mil operaciones de vuelos al año en una sola pista, cuando en París, se declararon superados al manejar 350 mil operaciones con dos pistas alejadas una de la otra.
El aeropuerto de CDMX es el más saturado del mundo, ubicado a 2mil 250 metros sobre el nivel del mar, por lo que, los aviones requieren más velocidad, pistas más largas y con separación suficiente.
Si bien es cierto que el aeropuerto de la CDMX tiene dos pistas, sólo se puede utilizar una a la vez.
La realidad es que actualmente los retrasos de los vuelos son cada vez más frecuentes por la saturación y lo verdaderamente preocupante es que en cualquier momento pueda ocurrir un accidente por la frecuencia constante de vuelos y mayor margen de riesgo en las operaciones.
Claro, las autoridades en la materia han tomado las medidas para que no ocurra un accidente que pudiera ser catastrófico.
Esta situación no es nueva; tiene más de 25 años que se hicieron estudios técnicos para analizar la viabilidad de un nuevo aeropuerto para CDMX y Texcoco fue la única opción, lo digo un día después de la “consulta”.
El tema sí es de pistas en el aeropuerto de la CDMX y la capacidad para mover a más de 40 millones de pasajeros al año; pero también es la seguridad en el espacio aéreo donde vuelan los aviones en el Valle de México, y de concluirse el NAIM, las pistas del actual aeropuerto y el de Santa Lucía, tienen que cerrarse, de otra manera, si funcionaran los tres aeropuertos, los aviones inevitablemente chocarían, así de sencillo.
En conclusión, si votó o no sobre una u otra opción del NAIM o Santa Lucía, fue un asunto personal. Lo importante es cuidar los tiempos y la seguridad de los viajeros que son transportados por las empresas aeronáuticas de un lugar a otro; por lo tanto, es un asunto de seguridad en la vida de los pasajeros que viajan en avión para llegar a su destino, en cualquier situación o motivo por el que lo hagan.
Como siempre, usted tiene la mejor opinión.
P.D. Miguel Ángel, que las velas de tu barco te lleven a buen puerto al cruzar la bahía de Santa Lucía.
Navega bien.