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ACAPULCO, Gro., 20 de octubre de 2015.- La estrategia de tener militares y policías en camionetas recorriendo las calles no es un mensaje positivo y crea la imagen de inseguridad, afirmó el sacerdote Leonel Narváez, director de la Fundación para la Reconciliación en Colombia.
Antes de iniciar el Taller para el Perdón, la Reconciliación y el Resarcimiento del Tejido Social, organizado por el Ayuntamiento en conjunto con el Consejo Interreligioso de Guerrero en el Acuerdo por el Rescate de Nuestra Ciudad, el representante de la iglesia indicó que tanto en Bogotá como Río de Janeiro se han eliminado ese tipo de prácticas que consideró excesivas y dan la imagen de que no hay paz.
El ministro católico afirmó que el tema de la violencia no es un tema de la policía o de las fuerzas castrenses, sino de la familia, la escuela y la sociedad en general.
El sacerdote manifestó que no sólo en los grupos ilícitos, sino en las autodefensas tampoco se logra nada usando las armas.
El activista afirmó que en las ciudades de Latinoamérica, el 70 por ciento de los homicidios son por venganza o ajuste de cuentas.
“Todo eso que pasó aquí en este fin de semana es un acto de venganza”, afirmó en relación al ataque a un bar en avenida Costera Miguel Alemán el sábado.
Leonel Narváez dijo ver con mucho pesar la situación actual de México, principalmente en el tema de la percepción, sin embargo aseguró que es considerado por expertos como el país con mayores posibilidades para lograr la paz, pues pese a las dificultades y limitaciones, el gobierno tiene “cierta estabilidad” y fortaleza en instituciones.
En este tema, exhortó a la población a tener una esperanza en que en México se puede lograr la paz, que en Colombia, después de 60 años y con tres de negociación con la guerrilla se está a punto de lograr.
De la situación de pobreza como generadora de violencia, el sacerdote puntualizó que “la pobreza produce violencia pero la violencia produce mucho más pobreza”.
El activista afirmó que la peor violencia es la corrupción del Estado, pues indicó que el narcotráfico corrompe las instituciones más serias.
El representante mencionó que se debe favorecer el desarrollo de las zonas más pobres con políticas públicas e impulsar la cultura.
En el taller, el sacerdote mencionó que en Colombia tuvieron que negociar no sólo con la guerrilla, sino con los criminales, aunque suene absurdo.
Por su parte, el arzobispo de Acapulco, Carlos Garfias Merlos coincidió con Leonel Narváez en el sentido de que la violencia debe resolverse desde otras trincheras y no sólo con la presencia de policías en las calles que pueden llegar a generar miedo y desconfianza en la ciudadanía.