Transparencia, el reto de la transición al Inegi y la reforma necesaria
ACAPULCO, Gro., 11 de agosto 2106.- La coordinadora del Instituto para la Economía y la Paz en México, Patricia de Obeso dijo que Guerrero es por cuarta ocasión consecutiva el último estado en índices de paz en el país.
En conferencia de prensa, en la Universidad Loyola del Pacífico, estuvo acompañada de Abel Barrera, activista del Centro de Derechos Humanos de La Montaña Tlachinollan; Javier Morlet Macho, miembro de la Comisión Ejecutiva Estatal para la Atención a Víctimas y Rosa María Gómez Saavedra, ex secretaria de la Mujer en Guerrero.
Patricia de Obeso informó que los estados que están en último lugar son Guerrero, Morelos, Sinaloa, Baja California y Baja California sur; mientras que Veracruz quedó como el tercer estado menos violento argumentando que sus datos “son discrepantes con la información general de las autoridades y la realidad”.
Detalló que en 2015 en Guerrero se cometieron 135 delitos por cada 100 mil habitantes por parte del crimen organizado siendo 44 con arma de fuego. Mientras que en ese mismo año se registraron 54 homicidios por cada 100 mil habitantes, de los cuales el 87 por ciento quedaron impunes.
También dijo que el impacto económico que genera la violencia en 2015 fue de 128 mil millones de pesos lo que representó un 51 por ciento del Producto Interno bruto (PIB) o 36 mil 33 pesos por habitante y dijo que en general, para México la violencia representa un gasto de 2.12 billones de pesos, lo que representa el 13 por ciento del PIB o 17 mil 525 pesos por habitantes.
Además, detalló en porcentajes que la tasa de homicidios representa el 67 por ciento de gasto económico en el estado, seguido del robo y el asalto, ambas con el 9 por ciento, mientras que el gasto militar y el sistema judicial gastan 6 por ciento y 4 por ciento, respectivamente.
Por su parte, Rosa María Gómez lamentó que este estudio no aplique la tasa de feminicidios en el estado ya que informó que de 2013 a 2015 en Guerrero se registraron mil 500 defunciones de mujeres “con presunción de homicidio” en ese periodo.
Señaló la falta de atención por parte de las autoridades en este tema, ya que éstas “minimizan” los feminicidios, justificando que las mujeres asesinadas “están involucradas en el narcotráfico o que son asesinatos pasionales” y con ello, evidenciando la falta de protocolos de actuación por parte de las instituciones encargadas de impartir y procurar justicia, para proteger los derechos de las mujeres.
Abel Barrera Hernández expresó que estas cifras en Guerrero se deben a la impunidad y la corrupción por parte de las autoridades ya que han pasado tres sexenios de gobiernos estatales que no han dado resultados en materia de seguridad. No obstante, señaló de “infantilismo” el hecho de que las autoridades le echen la culpa a pasadas administraciones de la situación actual del estado y que es “una responsabilidad de estado, no de partidos”.
Además, dijo que la estrategia dar seguridad mediante la militarización del Estado lo único que ha generado ha sido más violencia y más violaciones a derechos humanos.
“La seguridad no está pensada en el ciudadano. La seguridad está pensada en mantener las estructuras de poder. No tocar al sistema, no tocar a la autoridad, crearle un cerco, blindarlos para que la sociedad no irrumpa y sobre todo no obligue a desestructurar esa coraza de la corrupción. Justicia cara, pueblo pobre”, manifestó Barrera Hernández.
Por último, Javier Morlet Macho puntualizó que las cifras de este índice podrían ser “mucho más dramáticas”, por las situaciones que se viven en regiones peligrosas como es el caso de la Tierra Caliente. Coincidió con Abel Hernández al decir que las condiciones de corrupción en Guerrero, permitieron que el conflicto no se abatiera.
Javier Morlet dijo que una manera de revertir esta situación en el estado es proponer una estrategia nueva de “renovación institucional” para acabar con la corrupción y la impunidad ya que éstas “no permiten la justicia, la cual el Estado está obligada a ofrecer”.
“Es un tumor que no ha sido extirpado a tiempo; ha hecho metástasis y ha infectado todo el cuerpo”, destacó.
Este Instituto es un centro independiente, apartidista, sin fines de lucro que busca transformar el paradigma de la paz realizando estudios, para medir los beneficios de la paz en el país.