Se extiende gala de pirotecnia a más destinos emergentes de Guerrero
CIUDAD DE MÉXICO, 20 de octubre de 2016.- En los últimos seis meses de cada año, jornaleros de Guerrero se convierten en migrantes en su propio país y parten hacia Sinaloa, para trabajar para empresas y grandes agricultores en tierras más prósperas y ganar algo de lo que su tierra les deja.
El éxodo se intensifica después del Día de muertos, y los trabajadores agrícolas se ven sometidos a condiciones de vulnerabilidad, como dormir en lugares en malas condiciones, insalubres e incluso sin tener registro de los niños que los acompañan y que también se incorporan al mercado laboral.
Se calcula que entre junio y diciembre, unas 11 mil personas de Tlapa, Cochoapa, Metlatónoc, Atlamajalcingo del Monte y Acatepec, salen con rumbo a Sinaloa.
Es por eso que el director del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, Abel Barrera, demandó al gobierno federal y estatal brindar protección a los jornaleros que emigran.
“Cada año salen indefensos a trabajar a agroindustrias en condiciones desventajosas, ha habido accidentes, muertes y de su ilusión de traer algún dinero pasan a regresar muertos”, dijo en entrevista telefónica con Quadratín.
Explicó que pese a que hay un espacio para los migrantes que bajan de La Montaña, llamado Unidad de servicios integrales que construyó la Secretaría de Desarrollo Social, dejó de ser usado luego de que desapareció el Programa de atención a jornaleros agrícolas, y ya no existe ningún programa de atención a jornaleros o migrantes externos.
“Está en Tlapa, centro político de La Montaña, es un espacio destinado para la estancia de jornaleros que está siendo ocupado por la Sedesol y en lugar de respetar programa para jornaleros para no pagar rentas ahí invaden esos pequeños espacios, no hay lugar apropiado, las instalaciones están deterioradas, se ha inundado, hay mucho colchón echado a perder, hay un trato discriminatorio y no hay una política pública del estado”, acusó.
“El espacio está descuidado y pedimos las instalaciones para tener dormitorios donde descansar, baños, regaderas y que funcione el comedor comunitario instalado hace 10 años, que haya un servicio médico que atienda a los niños y a las mujeres embarazadas, salen centenas de familias, muchos están enfermos, requieren una revisión médica y que se instale un módulo de registro civil y poder registrar a sus niños e hijos que no lo fueron en su momento”, señaló.
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