Abren convocatoria del programa Movilidad Estudiantil 2024 en Guerrero
ACAPULCO, Gro., 5 de septiembre de 2019.- La consejera asesora para el diseño del Programa Nacional de Derechos Humanos, Clara Jusidman Rapoport informó que hay aproximadamente 338 mil 405 personas desplazadas en el periodo 2016-2018, entre entidades como Guerrero, Chiapas, Sinaloa, Oaxaca y Michoacán.
La economista por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) presentó la conferencia magistral del foro de personas desplazadas este jueves en un hotel de la zona Diamante de este puerto, donde se desarrollaron mesas sobre violencia y seguridad pública; conflictos políticos, religiosos y sociales; así como obras de infraestructuras, actividades productivas, cambio climático y ambiental.
La también fundadora de la organización Iniciativa Ciudadana y Desarrollo Social, indicó que existe una invisibilidad del fenómeno de desplazamiento, al que llamó “huérfano”, por lo cual convocó a asumirlo y trabajar en él, para proteger y garantizar los derechos.
Colusión de autoridades, empresas y crimen organizado
Clara Jusidman señaló que el efecto de la colusión entre el crimen organizado, las autoridades y empresas que buscan emprender desde presas a explotación de minerales, han estado expulsando del territorio a grandes cantidades de habitantes, con el propósito de utilizar territorio y hacer la explotación.
“Hay momentos en los que uno siente que está viviendo la Revolución Mexicana, y que el despojo por ejemplo de ranchos y propiedades en el norte del país, tienen que ver con procesos terribles de ausencia de un Estado de Derecho, de ausencia de autoridades y, que nos están llevando a la pérdida de territorios en manos del crimen organizado”, lamentó durante su participación.
Destacó que desde la década de 1970 se ha observado un incremento notable en el número de desplazados en Tamaulipas, Guerrero, Chihuahua, Veracruz y Sinaloa.
Añadió que otro problema que provoca el desplazamiento en la actualidad son efectos del cambio climático, donde no se aplican medidas preventivas para la preservación de la vida ante los riesgos que causan desastres.
Situación actual de las víctimas
Sostuvo que no existen alternativas de solución real al fenómeno de desplazamiento, pues hay marginación, explotación, abuso y pobreza de los grupos afectados.
Añadió que hay afectación en las identidades y pertenencias culturales de las poblaciones y una separación de sus estructuras sociales.
Para los niños, niñas y adolescentes, sostuvo, el desplazamiento es especialmente dañino, ya que existe una falta de legislación para prevenir y atender a los desplazados forzados.
Agregó que las personas desplazadas internas desconocen sus derechos y las obligaciones de los estados para protegerlos, además que existe desconfianza en las propias autoridades, porque muchas veces las autoridades están coludidas en esos procesos, además de una persistente exposición de los grupos rescatados ante los grupos criminales
Derechos de los desplazados
La experta en derechos humanos mencionó que debe existir el derecho a una protección especial y atención prioritaria, un desplazamiento en condiciones seguras y con respeto a los derechos humanos, el derecho a la unidad familiar, al respeto a la vida familiar y el interés superior de la infancia.
Otros derechos, dijo, es que los desplazados deben tener un retorno seguro, la salvaguarda de la integridad física, mental y moral; y protección de la vida, además el derecho a la libre circulación y a escoger el lugar de residencia.
Xenofobia en aumento
La activista advirtió el incremento en México de un sentimiento de xenofobia, al cual se debe estar atento.
Ante ello, propuso medidas para visibilizar el reconocimiento para hacer conciencia de la existencia del problema del desplazamiento.
Y sugirió establecer un sistema de alerta temprana, medidas de asistencia humanitaria y retorno o reubicación; además de acercar medios de subsistencia y protección al patrimonio cultural y patrimonial, entre otros.
“Este país no acaba de reconocer, tenemos muchas afectaciones por suicidios, depresión, violencia, desplazamiento, despojo, que generan serios problemas emocionales y no hemos desarrollado las capacidades para atenderlo”, resaltó.