Teléfono rojo
Pobre oposición de “claxonazos”
Lo sucedido el fin de semana, ilustra la realidad y verdaderos alcances de la oposición en nuestro país. Esos días, sábado y domingo, en unas 60 ciudades del país, sin atender aparentemente a una convocatoria concreta, cientos de automovilistas participaron en lo que llamaron un “claxonazo nacional” de protesta para exigir la renuncia del presidente de la república a quien repudian.
Atrás de esas caravanas estuvieron, obvio, partidos como Acción Nacional y organizaciones afines de la derecha mexicana, que nunca he dudado que es igual de oportunista que la izquierda radical, quienes apenas pudieron concretar esa caricatura de protesta en la que a bordo de autos y camionetas de lujo las familias de clase media y alta, gente decente, pues, exigían el fin de la 4T.
Estas escenas verdaderamente grotescas de ricos, fifís para estar a tono, vociferando contra un gobierno que postula que primero deben ser los pobres, pues simplemente pinta de cuerpo entero el nivel ridículo en que ha caído la oposición en nuestro país.
Mientras en países latinoamericanos y europeos por mucho menos que esas causas, la oposición política logra reunir cientos de miles e incluso a millones de manifestantes en las calles, en México los partidos contrarios a Morena y sus satélites no acaban de salir del pasmo de la derrota de 2018 y todavía no saben cómo asumirse como contrapesos de un gobierno que los mantiene avasallados.
Estamos a año y medio del gobierno de AMLO y es momento en que ninguno de los tres grandes partidos opositores, PAN, PRI y PRD, han sido capaces de concretar siquiera su muy ofertada transformación. Van directo a las elecciones de 2021 igual que como estaban, no sólo no se han podido refundar, sino que me parece que con el tiempo más bien se han refundido.
Esa inmovilidad que viven los partidos, incluido Morena, que sólo se cuelga de las acciones de gobierno, contrasta con el constante activismo que por su cuenta llevan a cabo una gran cantidad de militantes de valía que permanecen en sus filas. Conozco muchos casos en Guerrero y sólo diré que a mi juicio son demasiado buenos prospectos, para partidos tan jodidos.
Y un apunte final. En el 21 los electores votarán nuevamente por los candidatos y no por los partidos. Y así será en lo sucesivo porque los partidos están absolutamente agotados y no representan nada para el ciudadano, más que una carga para el erario. Tomando nota, por favor.