México ante su mayor amenaza
No es por desconocimiento de la información, ni por inexperiencia, ni por carecer de asesores. El alcalde de Acapulco, Evodio Velázquez, presume supuestos logros de su gobierno o maneja cifras falsas de manera deliberada, sistemática y dolosa, pretendiendo engañar a la ciudadanía. Es su modo de ser, miente permanentemente, tiene una enorme cachaza para manejar logros de la administración anterior como propios, pretendiendo que nadie lo va a desmentir o que no hay registro público de ello.
Mencionaré tres casos, aunque son más.
1. Certificación policial: Cuando asumió el gobierno municipal, por compromisos de campaña que adquirió desde que era secretario general del PRD estatal, el actual alcalde mandó a trabajar como policías municipales a 667 elementos que reprobaron la certificación en control y confianza (cifra que ahora es de 720 reprobados) violando diferentes leyes y cometiendo ilícitos penales. Por eso lo denunciamos en la Procuraduría General de la República. Incluso nombró como secretarios de seguridad pública de Acapulco a elementos reprobados, sumando delitos adicionales. Los 500 elementos policiacos certificados que hay a la fecha provienen de la administración anterior que encabezó Luis Walton y fueron resultado de la decisión que se tomó de certificar a la policía municipal, sin poner marcha atrás a ello a pesar del para de la policía en rechazo a esta medida de orden y profesionalización.
Evodio Velázquez ha querido presumir como logró de su gobierno a los 500 policías certificados, no obstante que no obtuvieron la acreditación durante su gestión. Por el contrario, el alcalde solapa y protege a una policía infiltrada y apoya a los elementos que reprobaron para que sigan fungiendo como policías, violando la ley. Esa es una de las causas del porque no disminuye la delincuencia.
El nuevo secretario de Seguridad pública, Capitán Max Lorenzo Sedano, nombrado a propuesta del gobierno federal, no ha realizado cambios hasta el día de hoy en la policía municipal y las cosas se mantienen igual de viciadas en la corporación, por eso la delincuencia no baja.
2. Deuda: Evodio ha dicho que la deuda pública de Acapulco asciende a 2 mil 500 millones, pero en el Presupuesto de Egresos sólo asienta mil 345 millones, de los cuales 56.3 corresponden a los primeros tres meses de su gobierno y 275 a juicios que aún no generan una sentencia de pago. Una cosa dice en las entrevistas y foros en los que quiere denostar a su antecesor y otra muy distinta en documentos oficiales como lo es el Presupuesto de Egresos. Para justificar su falta de capacidad administrativa recurre a patrañas. Para buscar más recursos públicos ante la federación magnifica la situación adversa de las finanzas municipales y reparte culpas que no se sustentan en los números ni en un análisis serio. Es tal su proclividad a la falsedad que se cree sus propias mentiras y se entrampa en ellas.
3. Transparencia: Dice el gobierno municipal de Acapulco que obtuvo el sexto lugar nacional en transparencia cuando el Colectivo Cimtra (Ciudadanos por Municipios Transparentes) sólo ha evaluado a tres estados, pero además el puntaje obtenido es por la inercia del trabajo que se hizo en la administración de Luis Walton cuando se subió de 9.6 a más de 42 puntos, en escala de 0 a 100.
Los indicadores y la mejoría que advierte ese colectivo son de un periodo de tiempo que no le correspondió a Evodio Velázquez. No obstante eso no es impedimento para que él presuma el “sexto lugar” que ningún esfuerzo le habría implicado y señale que su gobierno es más transparente, cuando es un secreto a voces la enorme corrupción que invade al gobierno municipal, empezando por el alcalde.
Estos son sólo unos ejemplos, pero es la línea de conducta del actual gobierno de Acapulco: mentir y pretender engañar a la gente evadiendo su responsabilidad en todos los aspectos, en especial con la seguridad pública y el manejo honesto de los recursos. Cree engañar al pueblo, pero son tantas y evidentes sus falsedades que ya nadie le cree, más que sus incondicionales y cómplices.
*El autor es coordinador de la Fracción Parlamentaria de Movimiento Ciudadano en el Congreso del Estado.