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Hablando de mujeres
El pasado 17 de octubre de 2019, las redes sociales destacaban dos acontecimientos relacionados con el género femenino, mismos que enumero según el interés mostrado en redes sociales, concretamente Facebook:
1.- Yalitza Aparicio, la actriz galardonada de la película Roma en la que se evidencia el racismo y desprecio a los derechos de las mujeres en este país, particularmente las indígenas, fue considerada por la revista Forbes como una de las 100 personas más influyentes de este 2019.
2.- Enseguida, con menos difusión, menciono la transmisión de imagen en vivo desde la Estación Espacial Internacional, ISS, con dos astronautas de la NASA: Jessica Meir y Christina Koch, integrando el primer equipo de la historia, solo de mujeres, que realizaba una caminata espacial. La transmisión de siete horas y 17 minutos, orbitando la Tierra a 340 kilómetros de altitud, mostraba una soberbia visión del planeta azul rotando “lentamente”, a más de 1674 km/hr, bajo los pies de las astronautas, que arreglaban los instrumentos de la ISS.
3.- Por otra parte, si bien no aparecía en redes, una somera búsqueda de Google, no mayor a 30 segundos, me mostró la “efeméride femenina” de esa fecha, pero de 1953, cuando el presidente Adolfo Ruiz Cortines promulgó las reformas constitucionales para que las mexicanas gozaran del pleno derecho de votar y ser votadas. Como señalé, este dato histórico no aparecía en redes y fue necesaria la búsqueda para encontrarlo.
Esto me llamó mucho la atención pues parece ser que las damas que visitan esa red, dan más importancia a lo de Yalitza, que al hecho histórico del voto o al primer equipo de mujeres que caminan en el espacio.
Como mexicano, en referencia a Yalitza, pues me da gusto que una paisana triunfe en grande como actriz de cine, qué bueno, porque además mostró al mundo la condición de las féminas mexicanas; pero pienso que tal hecho, comparado con la consagración constitucional del derecho al voto femenino, resulta mucho menos importante, así que honrando la historia transcribiré lo publicado al respecto por el Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal:
“El derecho al voto de la mujer en México comenzó el 12 de febrero de 1947, con la publicación en el Diario Oficial de la Federación del Decreto de adición al artículo 115 para permitirles la participación como votantes y como candidatas, quedando establecido que: “En las elecciones municipales participarán las mujeres, en igualdad de condición que los varones, con el derecho de votar y ser votadas”.
Sin embargo, fue el 3 de julio de 1955, hace 64 años, cuando las mujeres en México sufragaron por primera vez en una elección federal. Lo anterior, derivado de la promesa de campaña que hiciera dos años antes el entonces candidato presidencial Adolfo Ruiz Cortines.
Fue el 17 de octubre de 1953, una vez superado el trámite legislativo, el presidente Ruiz Cortines promulgó las reformas constitucionales para que las mexicanas gozaran de la ciudadanía plena.
En las elecciones federales de 1955, las mujeres acudieron por primera vez a las urnas a emitir su voto. En esa ocasión se elegía a diputados federales para la XLIII Legislatura. Pese a la importancia que tenía este evento histórico, por ser el primer ejercicio de libertad de decisión de la mujer, la verdadera democratización de la ciudadanía tardó muchos años más en germinar, ya que la tradición estaba aún arraigada en nuestro país.
Es por ello que tuvieron que pasar 24 años de que se reconociera el sufragio de la mujer, para que en 1979 México tuviera a la primera gobernadora estatal (de Colima), Griselda Álvarez”.
El sufragio femenino significó el reconocimiento a la igualdad en la participación política. A partir de entonces ha continuado la lucha de las mujeres por sus derechos a participar en la toma de decisiones del país.
Ahora, seré franco al confesar que mi niñez y adolescencia fueron marcadas por la llegada del hombre a la Luna y antes de eso, por todo aquello relacionado con misiles, astronautas, cosmonautas y bombas atómicas. Así eran mis épocas infantiles y aún recuerdo aquel titular de la Extra de Excelsior, que rezaba simplemente: “50 MEGATONES”, en referencia a la potencia desplegada por la última bomba atómica detonada por la URSS. Así que, desde esa particular visión y hablando de mujeres, menciono los nombres de la soviética Valentina Terezkova y posteriormente la estadounidense Sally Kristen Ride, que fueron las primeras damas que viajaron al espacio y de Svetlana Savitskaya, que en 1984 hizo la primera caminata espacial, seguida por Kathy Sullivan. Otras 12 mujeres norteamericanas han hecho 40 caminatas en el espacio durante los pasados 35 años, mientras que solo 3 soviéticas han tenido experiencias extravehiculares en órbita.
Como ya notaron mi pasión por el tema, ahora me pregunto: ¿Que hacen estas mujeres actualmente para ir al espacio, que tipo de persona son? Tal vez un resumen del historial de las dos integrantes del referido primer equipo de mujeres que realizan actividades extravehiculares en el espacio orbital de la Tierra, nos ilustre al respecto:
Christina Hammock Koch
Nacida el 2 de febrero de 1979, es graduada por la Facultad de Ciencias y Matemáticas de Carolina del Norte, y tiene otras dos carreras: en física y en ingeniería eléctrica, en ésta última ostenta el grado de maestría. La mitad de su vida se ha desempeñado en el Programa Antártico de los Estados Unidos, en la estación Admunsen-Scott South Pole; la estación Palmer de la Isla Anvers, la Antártida; la Summit Station en Groenlandia y contribuyó con la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) en Barrow, Alaska y en Samoa Americana. Se graduó del programa de la Academia de la NASA en el Goddard Space Flight Center y desde entonces labora como ingeniera eléctrica en el Laboratorio de Astrofísica de Alta Energía en el GSFC. En 2013 fue seleccionada como una de los ocho miembros de la 21ª clase de astronautas de la NASA donde recibió adiestramiento en: informes científicos y técnicos, instrucción intensiva en sistemas de la estación espacial internacional, caminatas espaciales, robótica, entrenamiento fisiológico, entrenamiento de vuelo T-38 y entrenamiento de supervivencia en el agua y el desierto.
Jessica Ulrika Meir
Nacida en USA el 1 de julio de 1977, Docente y exploradora judía estadounidense, parte de la misión NASA Extreme Environment Mission Operations, NEEMO, que envía grupos de astronautas, ingenieros y científicos a vivir en el laboratorio submarino Aquarius como preparatoria para una futura exploración espacial. Es profesora asistente de anestesia en la Facultad de Medicina de Harvard y experta en fisiología del buceo. Estudia el comportamiento de los pingüinos emperador en la Antártida y la fisiología de los gansos Anser indicus, que son capaces de migrar sobre el Himalaya a grandes alturas y casi sin oxígeno. Meir ostenta una Maestría en Estudios Espaciales de la Universidad Internacional del Espacio en Estrasburgo, Francia. En junio de 2013, fue nombrada candidata a astronauta por la NASA, convirtiéndose en uno de los ocho miembros del Astronaut Group 21 de la NASA.
Y ya encarrerado con la vida de grandes mujeres del espacio, me atrevo a continuar con dos leyendas, una de ellas aún con vida:
Valentina Vladímirovna Tereshkova
Nació en Máslennikovo, Yaroslavl, Unión Soviética, el 6 de marzo de 1937. Cosmonauta, ingeniera y política de la era soviética. Se convirtió en la primera mujer en ir al espacio, tras haber sido seleccionada entre más de cuatrocientos aspirantes y cinco finalistas para pilotar el Vostok 6, lanzado el 16 de junio de 1963. Completó 48 órbitas alrededor de la Tierra en sus tres días en el espacio extraterrestre. Antes de emprender su trayectoria espacial, Tereshkova fue una obrera de la industria textil y paracaidista aficionada. Para unirse al Cuerpo de Cosmonautas, Tereshkova fue incorporada de manera honoraria a la Fuerza Área Soviética. Tras la disolución del primer grupo de cosmonautas femeninos en 1969, fue un prominente miembro del Partido Comunista de la Unión Soviética, participando en varias oficinas políticas. Permaneció activa en la política tras el colapso de la Unión Soviética (URSS) y es considerada como una heroína en la Rusia post-soviética. Mantiene una buena relación con el presidente de Rusia, Vladímir Putin. En 2013, se ofreció para viajar a Marte si le daban la oportunidad. En la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2014, corrió con la bandera olímpica.
Sally Kristen Ride
Nació en California el 26 de mayo de 1951 y murió el 23 de julio de 2012. Física estadounidense y astronauta de la NASA que en 1983 se convirtió en la primera mujer de Estados Unidos en alcanzar el espacio exterior. Llegó a ser también una jugadora profesional de tenis en su país.
A finales de los años setenta respondió a un aviso de prensa solicitando voluntarios para el programa de la NASA, dando inicio a su carrera espacial. En el espacio, Ride fue antecedida por dos mujeres soviéticas, Valentina Tereshkova (en 1963) y Svetlana Savitskaja (en 1982), siendo la tercera mujer en el espacio.
En 1982, Ride se casó con otro astronauta de la NASA, Steve Hawley, pero se divorciaron en 1987. Desde 1985 hasta su muerte mantuvo una relación de pareja con la psicóloga y profesora Tam O’Shaughnessy, que trabajaba como vicepresidenta ejecutiva en la empresa fundada por Ride, aunque esta relación solo se hizo pública tras la muerte de la astronauta.
Murió a los 61 años tras padecer un cáncer de páncreas.
Hasta aquí dejo, paciente lector, mi muestra de admiración por estas mujeronononas astronautas y cosmonautas, pero también por Yalitza, que lo hace muy bien en su actividad.