Teléfono rojo
El futuro del turismo ya está aquí
El próximo 22 de mayo se registrará el mayor número de casos de Covid 19, según informó mi amigo y director, Ricardo Castillo Díaz, en su destacado noticiero Al Momento y será lo único que comentaré sobre el tema en esta ocasión.
Así, dado el hartazgo que existe sobre el tema viral, independientemente de su trascendencia e importancia, ahora mencionaré un hecho sumamente positivo que marcará la historia de la presencia del hombre en el espacio: el primer viaje de una nave comercial que llevará astronautas a la Estación Espacial Internacional, EEI.
Se trata de la misión Crew Demo–2, de la empresa Space X que utilizará un cohete Falcon 9 para llevar la cápsula espacial Dragon, a la EEI y regresarlos a La Tierra. Este vuelo, también marca el regreso de los viajes en naves norteamericanas al espacio, ya que, desde el retiro de los transbordadores espaciales en 2011, todos sus astronautas que viajaban a la EEI lo hacían en vehículos rusos, desde luego, pagando a los rojos grandes sumas por “el aventón”.
Este hecho abre también las posibilidades reales de llevar la industria turística al espacio orbital, transportando paseantes en las nuevas naves espaciales comerciales y hospedarlas cierto período en la EEI y regresarlos al planeta. Tan es así, que la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio, NASA, anunció el 7 de junio de 2019 que permitiría que civiles visitasen la Estación Espacial Internacional, el único lugar fuera de nuestro planeta donde pueden vivir humanos.
Un hecho importante es que la NASA no está vendiendo directamente vacaciones espaciales, sino que permitirá que empresas comerciales administren los viajes y solo cobrará 35 mil dólares a esas compañías por el uso de las instalaciones de la estación, incluidos el aire y el agua, pero no los alimentos Tales empresas cobrarán más para costear el vuelo espacial de ida y de regreso, el hospedaje, la comida, el traje de vuelo y otros gastos propios del periplo y desde luego, tener un margen de ganancia; tal y como lo hace cualquier operador turístico en la actualidad.
Y es así, mis viajeros lectores, que, ni más ni menos, presenciaremos el nacimiento real de la industria turística espacial, con todos los elementos que su par en la tierra: hoteles, empresas de transporte, empresas del vestido, de la alimentación, etcétera.
Esto es un hecho y sin duda, será el futuro de la industria sin chimeneas.
TIRANDO EN CORTO
Esta pandemia afecto severamente los planes de los arqueros en todo el mundo, al obligar al cierre de todos los lugares de reuniones grupales, como los campos de entrenamiento para Tiro con Arco. Sin embargo, algunos flechadores, sobre todo aquellos comprometidos con algún proceso de competencia suspendido temporalmente, continúan sus entrenamientos en casa, buscando minimizar los efectos de esta crisis en su condición física. Así, por ejemplo, vemos a Abraham Vargas Higuera, a Antonio (Chamaco) Paco y a Kristian Cano Galeana, que diariamente tiran en distancias mínimas de 5 y 8 metros, solo para conservar el tono muscular y practicar algunas técnicas como el soltado de la flecha, por ejemplo.
Y una buena noticia para los tiradores de arco de poleas, es que su disciplina será aceptada en los Juegos Panamericanos de Chile en 2023.
Esto representa un importantísimo avance para los “poleros”, porque es la primera ocasión que su modalidad de arco es aceptada en una justa de esta índole, ya que, hasta ahora, solo se había aceptado el arco recurvo. Este hecho abrió las esperanzas de que tal modalidad de arquería sea aceptada en las próximas justas olímpicas; aunque los más tradicionales, los que usan arco recurvo, reniegan de dicha decisión, argumentando que el arco de poleas es más un artilugio tecnológico que minimiza el esfuerzo necesario para tirar, ya saben, estilo Rambo, que un verdadero instrumento deportivo, como el arco recurvo, que obliga al tirador a sacar sus mejores dotes físicas y mentales para acertar en el blanco.