Teléfono rojo
¡Viva la revolución!
La humanidad ha experimentado varias transformaciones provocadas por descubrimientos o desarrollos tecnológicos a lo largo de su historia. Así, el fuego cambió la dieta de los primeros homínidos que, tras comer carne cocida desarrollaron su cerebro. Tamaña evolución les permitió inventar la rueda, la palanca, las armas, las máquinas y conforme la sociedad evolucionaba con las ventajas proporcionadas por las nuevas herramientas, surgieron ignorados conocimientos hasta llegar, creo yo, a las computadoras; máquinas semi “pensantes” capaces de acelerar la investigación científica y el desarrollo tecnológico para generar más instrumentos, incluidas nuevas computadoras más potentes y veloces que repiten este proceso cognitivo de manera exponencial, digamos que un círculo virtuoso, hasta provocar otra revolución en las sociedades humanas.
La anterior reflexión es provocada por la noticia de que los chinos hicieron la primera demostración de un proceso relacionado con la mecánica cuántica, el cual permitirá realizar cálculos a tal velocidad, que volverá prohibitivamente lentas las actuales computadoras, incluso las mayores supercomputadoras que funcionan en el presente.
Para ilustrar esto, mi veloz lector, le informo que los científicos diseñaron un cálculo que tenía relación con “bosones”, partículas subatómicas de carga eléctrica específica y dedujeron cuanto tiempo tardaría la supercomputadora de China en solucionar este problema matemático de los bosones. El resultado es absolutamente asombroso y nos permite entender la magnitud del futuro computacional inminente: la supercomputadora convencional “TaihuLight”, tardaría 2 mil 500 millones de años en hacer esa tarea, mientras que la nueva tecnología cuántica, permitiría completar el cálculo en apenas… ¡200 segundos! Dicho de otra forma, una supercomputadora tardaría la mitad de la edad de la Tierra para hacer el trabajo, que podría realizarse en poco más de tres minutos con la tecnología que les platico, por cierto, basada en fotones transportados en rayos de luz Láser.
Ya se habían hecho demostraciones con tecnología cuántica, pero éstos se hacían en un entorno ultra frio, mientras que la técnica Láser se usa a temperaturas relativamente convencionales.
El informe, publicado por la destacada revista “Nature” el pasado 3 de diciembre, señala que aún falta desarrollar tan novedoso proceso para aplicarlo fines prácticos, dado que apenas se logró separar los fotones, de manera similar al proceso de 0 y 1 que usa la tecnología digital, pero se sabe que este no es un grave obstáculo; de hecho, ya están en proceso de diseñar el “chip” que hará la tarea.
No estoy seguro si me tocará ver esto, pero ciertamente será un cambio gigantesco que influirá en la convivencia humana de manera definitoria, cambiará la forma de vida, de manera similar a lo que han hecho las redes sociales en unos cuantos años, pero creo yo que más profundamente porque influirá en todo: medicina, comunicaciones, producción alimentaria, vamos, prácticamente en todo.
Simplemente, se acerca una nueva revolución para la humanidad.