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ACAPULCO, Gro., 27 de octubre de 2019.- El arzobispo del puerto Leopoldo González González llamó a quienes secuestraron a una familia en la colonia Simón Bolívar a liberarla y no convertirse en asesinos.
“Hago primero un llamado muy firme a quienes perpetraron este secuestro para que respeten la vida de la familia y no se conviertan en asesinos. Decirles que liberar a estas personas es el camino que los puede reconducir a mirarse como personas humanas”, expresó.
Durante la conferencia dominical en la Catedral Nuestra Señora de la Soledad, el prelado católico dijo que el secuestro de la familia, ocurrido desde el pasado 14 de octubre, “es algo que duele” y, generó consternación entre toda la población.
Resaltó que desde hace años la desaparición de personas ha lacerado a las familias en Guerrero; no obstante su búsqueda por sus parientes, es la expresión de amor y la exigencia de la verdad para que este delito no quede impune.
Al llamado que los familiares hicieron al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador para que la desaparición en Guerrero sea declarada como emergencia, el arzobispo dijo que no son sólo en sitios de esta entidad sino que hay otras con el mismo problema.
Sin embargo, recordó que los familiares que buscan a sus desaparecidos con vida, quieren que las instituciones cuenten con más recursos para identificar restos plenamente.
“Que Semefo cuente con más recursos, de manera que los cuerpos de las personas no permanezcan tanto tiempo insepultos y que si hay plena identificación tengan cristiana sepultura. Veo humano que no permanezca el cuerpo humano insepulto en espera de su identificación”, dijo y convocó a ayudar para que entre todos se conozcan posibles sitios donde hay personas desaparecidas.
Durante la conferencia y la lectura del comunicado, expresó que “nos entristece y llena de indignación la ejecución de personas ‘las víctimas casuales del fuego cruzado’, la muerte de quienes fueron asesinados simplemente porque estaban ahí donde uno sicarios fueron a perpetrar su crimen”.
González González añadió que “nos hemos ido convirtiendo en una amenaza unos para otros, y este modo de mirarnos y eliminarnos hace mucho más cercana, dolorosa e injusta, la amenaza de morir la descripción de la vida”.