Organizan la Uagro y Perritos Felices campaña de esterilización canina
ACAPULCO, Gro., 20 de enero de 2025.- El experto en temas de seguridad, David Saucedo consideró que la llegada del coronel retirado Eduardo Arturo Bailleres Mendoza a la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) municipal bajó los delitos en este puerto.
En entrevista con el periodista Juan Becerra Acosta en Radio Fórmula, David Saucedo habló sobre la reducción delictiva de más de 50 por ciento en el puerto que dieron a conocer el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch y la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo.
Al respecto, opinó que en parte la reducción se debe a una labor conjunta de la presidenta municipal Abelina López Rodríguez y el coronel Eduardo Arturo Bailleres, quien recientemente tomó posesión del cargo, y “tomó decisiones duras, difíciles, pero necesarias para ir estabilizando la situación” del puerto, donde hay una disputa de distintos grupos criminales desde la década de 1990.
Remarcó que el descenso en los delitos no implica paz y cero violencia, pero coincide con lo dicho por la presidenta Claudia Sheinbaum y la percepción ciudadana que existe del combate frontal al crimen, la desarticulación de grupos delictivos y los decomisos.
Cuestionado sobre el por qué no hubo este combate al crimen en el primer periodo de Abelina López como alcaldesa, David Saucedo dijo que ésta tenía un mando policiaco que no trabajaba al ritmo del gobierno del estado, contrario a Bailleres Mendoza, quien finalmente está en la misma línea con los demás órdenes de gobierno, y al ser militar ya cuenta con la disciplina que se requiere para el cargo.
Sobre si ve viable una operación enjambre en Guerrero ante vínculos que podrían tener autoridades con el crimen organizado, aseguró que es indispensable, porque hay varias regiones en donde hay una sinergia político-criminal, lo cual se reflejó con la reunión de la exalcaldesa de Chilpancingo, Norma Otilia Hernández Martínez con el presunto líder del grupo Los Ardillos, Celso Ortega Jiménez, y luego el episodio más trágico, con la decapitación del nuevo alcalde Alejandro Arcos Catalán.