Teléfono rojo
Transparencia, reducción del gasto y el fortalecimiento de los programas sociales, son los principales ejes del plan de austeridad de Héctor Astudillo Flores, gobernador de guerrero.
En la agobiante cuesta de enero, cuando los responsables de otras entidades e instituciones del país hacen mutis a la solidaridad que requieren los tiempos actuales, el mandatario guerrerense anuncia su “Compromiso para la Estabilidad y el Desarrollo” con el cual pretende aliviar la débil economía de las familias guerrerenses, pero sobre todo, se compromete a que sus colaboradores se conduzcan con eficiencia y honradez. Con la medida se hace pertinente el planteamiento de Charles Tilly(2010): “la calidad de la política pública del régimen, depende de las relaciones de confianza social y las estrategias que implementen los gobernantes”.
Ante la reducida tasa de crecimiento económico para 2017, que según el FMI no será mayor de 1.7 por ciento, y ante la presión a nuestra moneda por la desmedida voracidad del capital internacional y el proteccionismo comercial que, deducimos del discurso de Trump, meterá a nuestro país en serios apuros para mantener la tasa de inflación en niveles óptimos.
Las externalidades negativas del entorno financiero y comercial mundial jugarán en contra de la estabilidad y gobernanza sub nacional, principalmente en las entidades federativas carentes de fuentes de empleo como Guerrero, Oaxaca y Chiapas, en las que un alto porcentaje de la población depende de los subsidios gubernamentales para sobrevivir. Por citar el caso de nuestro Estado, en el que, según datos del CONEVAL, siete de cada diez habitantes viven en pobreza y de éstos, la tercera parte en pobreza extrema; es decir, la población que con su ingreso no alcanza a cubrir sus necesidades de alimentación, vivienda, salud y educación entre otras.
Para contrarrestar estos efectos negativos, el gobierno local y los municipios tendrán que radicalizar aún más sus medidas de austeridad, pero sobre todo, a eficientar sus decisiones políticas, sin cabida para la opacidad en el manejo de los recursos. Hoy en día la eficiencia y la eficacia políticas y administrativas como pilares fundamentales de la gestión pública del Estado se tornan relevantes en un mundo de recursos escasos.
Hoy, como nunca, la clase política guerrerense debe demostrar que son dignos representantes de la sociedad en su conjunto y no de camarillas partidarias. El binomio compuesto de resultados eficientes y transparencia de recursos, es lo único que puede gestionar las contradicciones sociales, caso contrario, seguiremos viendo los reclamos en las calles, muchas veces, auspiciados por grupos de interés que sólo esperan una oportunidad para promover la desestabilización política.
Por ello, el paquete de austeridad anunciado por Héctor Astudillo abre una ventana de oportunidades para sociedad y gobierno. Ojalá que los altos funcionarios y mandos medios de su gabinete, sean capaces de interiorizar las nuevas reglas del juego, porque de no hacerlo, estarán traicionando la confianza del Gobernador y al mismo tiempo incentivando la desconfianza generalizada de la sociedad guerrerense.