En el juego
Nueva época para el MC de la mano de Astudillo
Dicen que la vida da vueltas, y luego que el compás de espera para concretar la asunción de Gaby Bernal como dirigente de Movimiento Ciudadano en Guerrero fue explotado lo más que se pudo en las redes sociales por los adversarios del exgobernador Héctor Astudillo Flores, lo que se ve venir es el destape de afines al astudillismo que han permanecido con bajo perfil lo mismo en el MC que en otros partidos.
A la exdiputada le fue tomada protesta en la Ciudad de México junto con los demás integrantes de la Comisión Operativa Estatal debido a los problemas de salud que ha presentado el dirigente nacional Dante Delgado.
La entrega de las instalaciones del partido sin ningún incidente desbarató la insidiosa versión de una supuesta ruptura al interior del MC, donde ocurrió lo que es natural que suceda en todo instituto político: Hay una fuerza preponderante que consolidó su posición como tal, y como en todo proceso de renovación de dirigencia en la que hay aspirantes también habrá un periodo de unificación.
Después de todo el mismo Mario Moreno lo ha dicho, Héctor Astudillo es su amigo, pero además, no hay acuerdos rotos, ya que el proyecto por la dirigencia estatal del MC siempre fue Gaby Bernal, por eso ella llevó la suplencia en la candidatura a Senador cuya titularidad era lo acordado con el también excandidato a gobernador, quien no puede acusar incumplimientos inexistentes ni tampoco culpar a nadie por el retiro de su candidatura por parte de las autoridades electorales debido a la impugnación de sus adversarios políticos a los que favorece cualquier distanciamiento.
Menos se puede ir contra una visión de la realidad política actual en la que está claro que es tiempo de las mujeres y en ese sentido el astudillismo ha empoderado a una mujer en la diputación local y a otra al frente del MC en Guerrero.
La definición de la dirigencia es un proceso que desde los grupos políticos rivales intentó dinamitarse precisamente porque el grupo astudillista tendrá ahora, a partir de la elección de Bernal Reséndiz un buen periodo de tiempo para organizar y crecer la estructura estatal con miras al proceso electoral de 2027.
No es lo mismo llegar a la elección del 2 de junio a toda prisa para poner parches en una estructura que por años ocupó el waltonismo que emigró a Morena, a tener el tiempo suficiente, y por qué no, el control necesario para organizar la propia con un proyecto político bien definido sin la urgencia de tener que hacer frente a un proceso electoral a la vuelta de la esquina.
Ya no estarán tampoco las ataduras de las candidaturas que algunos liderazgos afines al exgobernador habían ganado por derecho propio en otros partidos, ni la incertidumbre que pudiera haberse generado al interior del MC en este impasse.
Hasta el momento no hay sorpresas. Pero seguramente, las habrá. Lo cierto es que la consolidación de una nueva época para el MC en Guerrero, va de la mano con el astudillismo.