Médula/Jesús Lépez

Revocación a Leyva, no tan aprisa

Si de verdad será tan rápida como aseguró la coordinadora de los diputados del PRD, Erika Alcaraz Sosa, la revocación de mandato del alcalde de Chilpancingo, Marco Antonio Leyva Mena, meterá a la Comisión Instructora y a la propia bancada del PRI en el dilema de justificar por qué en su caso sí se le quita del gobierno, cuando al diputado Saúl Beltrán Orozco no se le retiró el fuero.

A Beltrán se le exhibió a nivel nacional como compadre del líder criminal Raybel Jacobo de Almonte y se le acusó por un homicidio, el propio fiscal Xavier Olea se refirió a él como el número uno de Los Tequileros ¡y no pasó nada!

La solicitud hecha por los diputados del PRD obedece a motivos políticos derivados del conflicto con el gobierno perredista de Tixtla, que con su negativa a que se abra el relleno sanitario construido por el gobierno estatal en su territorio para dar servicio a varios municipios, ha dejado que la capital se ahogue en su basura, para que le vaya mal a un gobierno de otro partido. El más puro interés político por encima del bien común.

Es cierto que Leyva no ha tenido la capacidad para encontrar la solución política a este diferendo, ni tampoco ha encontrado una alternativa para el destino final de los desechos de su ciudad, pero si el PRD voltea a ver a Acapulco, el puerto está igual o peor, lleno de basura pese a que se cuenta con toda una dependencia que cuenta con personal y camiones recolectores propios, pero además se ha contratado a dos empresas particulares igualmente equipadas.

Incluso el alcalde Evodio Velázquez Aguirre ha defraudado a organizaciones de la sociedad civil como es el caso del Colegio de Arquitectos del Estado de Guerrero, al que involucró como firmante en un desplegado en apoyo a su administración y resultó en un desmentido, además de que han sido evidentemente públicas sus mentiras hacia los ciudadanos.

Dijo que le heredaron una deuda de más de 2 mil 500 millones de pesos que resultó en realidad de mil 300 millones; señaló que en la anterior administración se robaron una placa colonial y en realidad fue dañada por su gobierno; la más reciente, que pagaría 5.7 por ciento por un crédito de 158 millones de pesos, pero registró ante Hacienda una tasa efectiva de 16.37 por ciento, la más alta del país.

También hay baches incontables, las calles están a oscuras, con asaltos, asesinatos, robos, sin autoridad y con serios señalamientos de corrupción, que cuando se los hacen al alcalde Evodio, los diputados del PRD son los primeros en salir a defenderlo ¿por qué no piden su revocación en una muestra de actitud democrática?

Si de verdad se revoca el mandato a Leyva Mena y esto sienta un precedente como lo ha declarado el dirigente estatal del PRI, Heriberto Huicochea Vázquez, tendría que procederse de la misma manera contra otros presidentes municipales, en el caso de Velázquez Aguirre ¿quién presentaría la solicitud de revocación sin que los diputados del PRD se desgarraran las vestiduras victimizando a su alcalde?

El PRI no ha asumido aún la defensa de quien es su presidente municipal y ex dirigente estatal. Si no lo hace evidenciaría que Leyva ha caído en el peor error que se puede cometer en la cultura priísta y es haber caído de la gracia del gobernador Héctor Astudillo Flores al grado de que prefieren quitarlo para poner a un sustituto que enmiende las cosas, y de paso pedir lo mismo para otros ediles que están en la misma circunstancia.

En caso de defenderlo, junto con los diputados de su aliado el Partido Verde y la mayoría de la que gozan, le salvarán el pellejo aunque el golpe político ya estaría dado al futuro político de Marco Leyva.

De cualquier manera, se antoja inviable que el dictamen de la revocación pase al pleno el martes, ya que el jueves acudirá el gobernador al Congreso del Estado para dar un mensaje por su segundo informe de gobierno, y resultaría una descortesía política recibirlo con esa noticia.

Aún cuando el mandatario podría manejarlo a su favor con un mensaje de cero impunidad, en el supuesto de que fuese procedente, el asunto, por su magnitud, distraería la atención pública de los logros de su gobierno y de la eficacia con la que enfrentó recientemente los estragos del sismo y del huracán Max, contingencia en la que Astudillo y su esposa Mercedes Calvo se han mantenido muy cercanos a las miles de familias que perdieron su patrimonio.

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