Entrega Gobierno de Guerrero más visas del programa Lazos Migrantes
ACAPULCO, Gro., 5 de agosto de 2020.- El secretario de Turismo estatal, Ernesto Rodríguez Escalona, informó que se dejaron de recaudar unos 30 millones de pesos por concepto de impuesto al hospedaje tan sólo en las ciudades de Zihuatanejo y Acapulco de marzo a julio, periodo en que no hubo actividad turística por la pandemia.
“El impacto ha sido impresionante, el tres por ciento del Impuesto al hospedaje que se recauda no se recaudó los meses marzo, abril, mayo, junio, no hubo recaudación. Tan sólo de ese impuesto dejamos de percibir 30 millones de pesos solamente de ese rubro”, dijo.
Estimó que durante el periodo en que estuvo el semáforo epidemiológico en rojo, dejaron de venir a Guerrero más de 2.5 millones de turistas, pues las playas estuvieron cerradas.
También dijo que se tuvieron que posponer más de 60 eventos de alto impacto como Le Tour de France, triatlones, eventos de deportivos, culturales y hasta Jornadas Alarconianas en Taxco, actividad cultural que nunca había sido cancelada en su historia.
Durante la conferencia virtual por la edición número 27 del Congreso Nacional de la Industria de Reuniones (CNIR), el funcionario estatal informó que fueron cancelados y pospuestos 66 congresos que estaban listos para llevarse a cabo, y que aún no hay nuevas fechas para aquellos pospuestos.
Rodríguez Escalona indicó que casi 400 hoteles de Guerrero permanecieron sin prestar el servicio, así como 30 desarrollos de tiempo compartido que también cerraron sus puertas.
Asimismo, dijo que casi 700 restaurantes estuvieron cerrados, aunque no precisó en qué ciudades, y añadió que algunos se mantuvieron con servicio de comida para llevar.
También subrayó que estuvieron cerradas agencias de viajes, por lo cual los y las informadores turísticos, vendedores y colaboradores de agencias de deportes acuáticos también estuvieron sin trabajo.
Rodríguez Escalona habló de la pérdida de al menos 20 mil empleos directos y más de 30 mil indirectos por la cancelación de actividades.
“Todos los destinos turísticos han tenido los mismos problemas que nosotros tenemos. No es fácil estar en medio de una pandemia y que todos, personas, prestadores de servicios y turistas sean responsables. Ha ayudado mucho que los hoteleros y restauranteros conozcan los protocolos. Ha sido difícil, porque muchos turistas dicen ‘no’ a usar cubrebocas, pero es una lucha diaria, de todos los días y una lucha de todos. Nadie puede estar exento de hacer algo para ayudar”, resaltó.
Añadió que el impacto de la pandemia continúa, por lo que todavía se debe tener precaución en la recepción de turistas, de lo contrario, causaría “un impacto terrible”.
“Vamos moviéndonos de acuerdo a lo que está pasando. Logramos con mucho esfuerzo, cambiar a semáforo naranja, pero hay un riesgo y el riesgo está todos los días porque no es algo que está totalmente en nuestras manos para poder seguir avanzando, en un tema que desconocemos”, expresó.
Añadió: “tenemos que aprender a hacer las cosas diferentes, con cautela, de manera paulatina para no cometer un error. Si el sector quisiéramos llenar a Acapulco, lo podríamos llenar en una semana, podríamos anunciar que pagamos casetas, noches gratis, la devolución de los autobuses y en un fin de semana estaríamos llenos el fin de semana, pero eso sería irresponsable”.
El funcionario sostuvo que la reactivación económica obliga a la aplicación de medidas para el avance paulatino, dado que se trabaja con cautela.
En la conferencia virtual estuvieron Jaime Salazar Figueroa, presidente del COMIR y Seyed Rezvani, presidente de Riviera Diamante.