Propuestas y soluciones/Jorge Laurel González

El Sargazo

La rápida globalización de los nichos ecológicos humanos exige que todas las personas del planeta dejen de considerar su vecindario, provincia, país o hemisferio como la totalidad de su biosfera, o entorno. Los microbios y sus vectores no respetan ninguna frontera imaginaria establecida por el hombre.

Laurie Garret (1951-) Periodista Científica.

La cita que he escogido para iniciar esta columna, nos dice algo que es obvio, en temas como la ecología, las fronteras son tan solo líneas imaginarias que no son respetadas por los daños al medio ambiente. Todo está relacionado, existe el efecto mariposa, que es la base de la Teoría del Caos, donde se ejemplifica que una pequeña variación, se puede amplificar y producir condiciones totalmente diferentes, dependiendo de las mínimas variaciones que pudieran generarse o producirse en un sistema. Existe también el Efecto Dominó, que se produce cuando un pequeño cambio origina un cambio similar a su lado, que a su vez causa otro similar, y así sucesivamente en una secuencia lineal.

En el sureste de nuestro país, se ha generado un problema que sin duda no es menor, la aparición de sargazo, el Sargassum (sargazo) es un género de macroalgas planctónicas de la clase Phaeophyceae (algas pardas) las espesas masas de sargazos proveen un ambiente propicio para un distintivo y especializado grupo de organismos marinos, muchos de los cuales todavía se desconocen. Los sargazos se encuentran comúnmente en los detritos de la playa, cerca de sus lugares de crecimiento en el mar, por lo que suelen llamarse maleza del Golfo y, coloquialmente, como la maleza del engaño.

Las especies de Sargassum se encuentran en las áreas tropicales del mundo, y es la más obvia macrófita de áreas costeras donde el sargazo está cerca de arrecifes de coral. Las algas crecen subsidiariamente pegadas al coral y a rocas. En otros casos (por ejemplo, en el Mar de los Sargazos), flotan a la deriva poblaciones inmensas de Sargassum.

El sargazo pelágico es una macroalga marina parda del género Sargassum, componente importante de la flora marina de zonas tropicales y subtropicales, la cual constituye el hábitat de una gran diversidad de especies marinas. El movimiento del sargazo es importante para la conectividad en el sistema marino, pues es hábitat y refugio de una gran cantidad de especies.

“La marea marrón” es cuando el sargazo se concentra en la costa poniendo en peligro al ecosistema local. Se cree que este fenómeno se debe principalmente al calentamiento global (ese hecho declarado como inexistente por Donald Trump).

Entre los principales efectos que genera son:

Reducción de luz y oxígeno (lo que crea zonas afóticas, hipoxia y anoxia), acidificación por producción de ácido sulfhídrico (H2S), muerte y/o daño de corales, aumento en las concentraciones de nitrógeno y fósforo, pérdida de pastos marinos: reemplazo por comunidades de algas, afectación a las poblaciones de tortugas marinas, impacto en especies de fauna asociadas al sargazo durante las actividades de remoción en el mar, pérdida de playa como consecuencia de la desaparición de praderas de pastos marinos y por actividades de remoción en tierra y lo que es obvio, el sargazo también afecta a la industria turística.

Es por esto, que se dedican importantes esfuerzos a limpiar las playas de sargazo. El acúmulo del sargazo en la costa ha sucedido no solamente en México, las costas Este del mar Caribe (sur de Cuba y las Antillas Menores), el Oeste de África (desde Sierra Leona hasta Ghana), entre otras.

Desde el verano de 2013 en el Caribe Mexicano se reportó un incremento en la llegada de esta macroalga a las costas. Esto continuó de forma esporádica durante los siguientes meses, hasta que a finales de 2014 y durante 2015, esta situación se volvió constante. En México, en el estado de Quintana Roo, en el 2018 se recolectaron 500 mil toneladas de sargazo. En el 2019 se calcula que se recolectará el doble: un millón de toneladas de sargazo.

En un esfuerzo para limpiar la playa, se ha dado instancias, del uso de microorganismos que se modifican y regresan al mar para limpiar el sargazo. Esta práctica ha causado controversia dentro de la comunidad científica, pues todavía no se conocen los efectos que podría tener, sabemos bien que con la naturaleza no se puede jugar (vuelve aquí a aplicar el tema del efecto mariposa y el efecto dominó) ya que desconocemos las consecuencias que podrían generarse.

El sargazo se puede utilizar para hacer ladrillos. También se podría usar para combustibles, fertilizantes, materiales de construcción y hasta compuestos para hacer papel o zapatos.

Aunque según el biólogo Enrique Gálvez García, los altos costos de la recolección del sargazo hacen inviable cualquier proyecto de aprovechamiento del alga. Tan sólo para 2019, el gobierno del estado de Quintana Roo en México está solicitando entre 600 y 700 millones de pesos para poder desplegar estrategias de contención y recolección del alga en altamar, lo cual hace que cualquier aprovechamiento productivo a partir de sargazo sea poco rentable.

El hecho es que, sin una atención apropiada a este tema, la ecología de las zonas afectadas y el turismo se verán irremediablemente afectados. Se necesita poner a trabajar a los expertos, a científicos y aportar los recursos necesarios, para poder superar el problema. No es un gasto, es una inversión, para poder mantener la afluencia turística en una zona que depende de ello para su supervivencia. Minimizar el hecho, y restarle visibilidad, no resuelve. No por ignorar un problema, el problema desaparece. Hay que enfrentarlo, todos Juntos Lograremos Generar: Propuestas y Soluciones. Hagámoslo ya. Hagámoslo hoy.

JLG.​