Teléfono rojo
Acapulco y el neoliberalismo
Hace años, en los más inverosímiles lugares del planeta, se conocía a Acapulco. En una ocasión encontré a alguien que no sabía que “estuviera en un país llamado México”, pero había oído y visto toda suerte de experiencias de gente famosa en ese puerto y tenía incluso fotos de los clavadistas de La Quebrada.
Sí, Hollywood y sus “estrellas”, así como personajes de alto nivel en las más diversas actividades, estaban enamorados de este puerto y fueron muy útiles a través del planeta para su popularidad. Pero hoy ya no se trata de hacer publicidad al cosmopolitismo, aunque algún día convendría publicar la lista de celebridades que vinieron, vivieron, se casaron y murieron en Acapulco.
También hablaremos de todos los diferentes sectores oficiales que metieron mano en la vida del puerto para enriquecerse… sin enriquecerlo. Para disfrutarlo, sin defenderlo cuando resultó necesario, ni de los propios gobernantes que le asestaban desde el Centro – o los que aquí mismo – se acogían a su popularidad para lo mismo, su propia riqueza sin dejar de hacer desmán y medio, de las diferentes instancias gubernamentales… abusivas en su mayoría.
Y sin embargo hubo tiempos de gran prosperidad en que la propia fortaleza de Acapulco se desarrollaba a plenitud en materia internacional.
¿Y saben quién le dio en la torre? Nada menos que el Tigre Azcárraga de Televisa que no tenía más que un hotelito aquí y estaba ayudando a desarrollar Cancún. SE LLEVÓ LAS LÍNEAS AÉREAS INTERNACIONALES ALLÁ: American Airlines. Braniff, Continental, Alaska Airlines, Air Canadá, Iberia, Lufthansa y otra de Oceanía, la australiana Qantas.
Pero eso fue antes de que grandes cantidades de guerrerenses del campo y en general del interior del Estado, abandonaran sus lugares y deslumbrados invadieran Acapulco para tener al fin que partir y emigrar a Estados Unidos a buscarse una vida mejor, precisamente debido al neoliberalismo, esos mismos que ahora mandan remesas a su gente, frecuentemente aplaudidos en la Mañanera.
En 2010, de cada 100 migrantes internacionales del estado de Guerrero, 98 se fueron a Estados Unidos. El dato a nivel nacional es de 89 de cada 100.
Y cientos de acapulqueños tuvieron que irse a trabajar a otros puertos de México, a enseñarles como habían hecho para ser tan exitosos en Acapulco y en Zihuatanejo. En suma, para enseñar a recibir al turismo internacional. Y ni las gracias les dieron.
Por otra parte el neoliberalismo acabó con la Agro Industria local de productos tropicales como el propio riquísimo coco, el limón, los mangos, y otras frutas tropicales. Además fueron desapareciendo las empresas que se ocupaban de la producción organizada de madera en Papanoa, por ejemplo.
Desde la presidencia de Miguel de la Madrid (1982-1988) -al que mangoneaba ya su empleado Carlos Salinas- se empezó a implantar el neoliberalismo en el país y ciertas formas de vida fueron decayendo hasta desaparecer o quedándose en manos de una minoría rica y explotadora. Inútil recordar que tenemos un alto porcentaje de pobres en América Latina por razones equivalentes.
Ya esto agreguemos otra lindeza del neoliberalismo, la danza de las drogas y los cárteles apoyados por políticos locales y nacionales en combinación con la propia DEA.
En Guerrero es absolutamente indispensable restaurar la AGROECONOMIA, y ciertas industrias locales que fueron importantes como la industria “de hilados y tejidos”, la llamaban, que las tiendotas internacionales absorbieron. Era importante, como bien me dijo en una conversación, el gran italiano Emilio Pucci (primer capítulo de mi libro Such is life in the tropics, o Vida en Acapulco, Libros del Sol).
¿Qué pasó con la Forestal Vicente Guerrero? ¿Con la Celulosa del Pacífico, productora de papel? ¿Con la Impulsora Guerrerense del Coco que garantizaba un precio de garantía a la gran producción? Me recordaba todo esto el otro día Beto, un conocedor del puerto.
Ha disminuido Maderas Papanoa, pero poco se oye hablar de esa otrora gran compañía y ¿a dónde se va la madera de Guerrero?
Por lo visto la 4T tiene que reconstruir el país en muchos sentidos. Lo dejaron hecho pinole los malditos. (Casi acabo ya el libro Salinas y sus Títeres), pero también, como decíamos, otros anteriores como el citado Tigre Azcárraga, dueño de Televisa.
A ver si no se olvida la 4T de Acapulco, como otros. Por lo pronto tiene Morena un nefasto gobierno municipal de Adela Román Ocampo, víctima o favorecedora de su familia. No tiene dinero para pagar deudas del municipio, pero su primer acto fue viajar a Dubái sin resultado alguno para Acapulco.
Pero es tan bello este puerto y en general el estado de Guerrero que, decía el presidente Echeverría, “puede más que todo lo que le hagan” pero ¡YA BASTA! Por lo pronto hay que solicitar a la Federación que devuelva el abandonado Centro de Convenciones de la Costera Miguel Alemán, mundialmente reconocido, que quería el NEOLIBERALISMO privatizar.