Hoja verde
En el PRI, ni carro completo ni muerte súbita
Nuevamente la capacidad camaleónica del PRI salió adelante, superó el desafío de una 22 Asamblea Nacional que presagiaba peligros de división interna y salvo algunas expresiones de reclamo, la habilidad de operación política presidencial que fue desplegada con una intensidad inusitada que hizo recordar aquellos primeros meses del gobierno peñista, permitió sacar adelante una reforma estatutaria que permitirá mayor margen de maniobra en 2018, en medio de un entorno electoral desfavorable.
Veremos en los próximos meses si la apertura del partido a la postulación de candidatos ciudadanos, su renovado compromiso con los reclamos sociales y el ofrecimiento de salir al paso de la corrupción, garantizando un ejercicio de gobierno ético y transparente, le alcanzan para lograr el “carro completo” que un exultante Enrique Ochoa Reza ofreció en el cierre de la asamblea. Francamente me parece que eso no pasará de ser un simple buen deseo.
La reforma estatutaria aperturista se puede ver de dos maneras, amplía la baraja en la designación de la candidatura presidencial o la reduce. Habrá que analizar los signos, señales y mensajes que surjan en los próximos meses, pero entretanto uno de los más mencionados, el secretario de Hacienda, José Antonio Meade Kuribreña, no ha tenido ningún problema al empezar a placearse y a interactuar con todos, lo que también hay que decirlo, se le da de manera natural.
Y si, como ya anticipó la secretaria general Claudia Ruiz Massieu, el proceso interno de postulación se iniciará en noviembre, los siguientes meses servirán para cribar, definir alianzas y “planchar” a quienes se muestren rejegos, procesos en los que generalmente el otrora partido hegemónico suele salir airoso.
Todo esto sucede cuando en Guerrero estamos a menos de un mes de que inicie formalmente el proceso electoral ordinario para diputaciones locales y presidencias municipales, el 8 de septiembre, poco después de que el 30 de agosto se designe a los integrantes de los 28 Consejos Distritales de la entidad, según confirmó el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana.
De ese modo, según el calendario correspondiente, en la primera semana de enero arrancarán las precampañas electorales; el 7 de marzo se aprobarán los topes de gastos de campaña y el 29 de ese mismo mes, el número y ubicación de casillas básicas y contiguas.
Habrá que recordar que la oferta política será abundante, pues en esos comicios estatales participarán catorce partidos con registro, aunque por supuesto se podrán integrar en coaliciones o postular a través de candidaturas comunes, esa figura tan controvertida que incluso se encuentra en etapa litigiosa en cuanto a la reforma aprobada en el Congreso local.
En cuanto al registro de candidaturas, según el calendario que establece la ley, se efectuarán del 3 al 18 de abril, por lo que el día 2 de ese mes es la fecha límite para que todos los funcionarios que pretendan participar como candidatos se separen de sus cargos, mientras que del 16 al 30 del mismo mes será el periodo para registrar las candidaturas a diputaciones plurinominales.
Esto en cuanto a la elección local, la federal siendo comicios concurrentes corre más o menos en el mismo carril, con sus lógicas diferencias. Por todo esto, por la realidad política desafiante que enfrenta el país y también por el evidente declive de todos los partidos sin excepción en el ánimo de los ciudadanos, será sin duda un proceso inédito.
Anticipo que a ese nivel, el de la elección federal, eventualmente podría reditarse el escenario del estado de México, aunque habrá que esperar a ver si prospera la creación de esa especie de Frankenstein que pudiera ser el llamado Frente Amplio Democrático, pero aún así, dar por muerto al PRI sería un gran error.
Y obvio, al aproximarse la disputa por miles de puestos de elección, en Guerrero ya se manifiestan los oportunismos de siempre. Pululan frentes, asociaciones civiles, agrupaciones, alianzas y fundaciones, regenteadas por políticos, empresarios, transportistas, busca chambas, trapecistas y uno que otro malandrín. Los membretes, las campañas en redes, la hipócrita preocupación por el prójimo, el reparto de dádivas, los slogans ridículos. De todo esto ya empezamos a ver por todos lados y vendrá más. Así es nuestra pobre política de arrabal.
Y por cierto, a propósito de esos niveles tan precarios, al que por lo visto le hicieron falta más días de vacaciones en Cancún para regresar relajado, es al alcalde porteño Evodio Velázquez Aguirre, porque al recibir el reclamo de los trabajadores por el desvío millonario de los recursos del ISSSPEG que les descuenta, despotricó contra esa institución, que no hace otra cosa que requerirle los más de 109 millones que adeuda, entre aportaciones y descuentos de préstamos. Si le encanija que le cobren, pues que pague el dinero que retiene y listo.