Sin mucho ruido
Por temor propio buscan un interlocutor.
Por diferentes vías intentan llegar hasta la cúpula, hasta ya saben quién, o al menos a alguien con capacidad de transmitir su mensaje.
Las vías no están cerradas.
Su pasado político les permitió establecer contactos con funcionarios de alto nivel, mayoritariamente perredistas cuando era posible entenderse.
Entendible porque también los altos funcionarios tienen antecedentes partidistas casi de militancia común.
Por ejemplo, Alfonso Durazo fue priísta hace decenios y panista hace lustros, pero sobre todo es un hombre de diálogo y relaciones.
O Rocío Nahle, de trayectoria en la Cámara de Diputados donde coincidió con opositores ahora temerosos de la ley del rigor.
Y qué decir de Olga Sánchez Cordero, mujer del sistema priísta y con relaciones en todos los ámbitos de la vida política nacional.
Pero si no es posible llegar al todopoderoso, entonces los interlocutores pueden ser varios y por tranquilidad personal es recomendable agotar esas instancias.
Por intentos no paran.
INFORMACIÓN A CAMBIO DE IMPUNIDAD
Por interlocutores no paran.
Algunas vías posibles:
Alejandro Gertz Manero, fiscal General de la República.
Santiago Nieto, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF).
Y por sobre todos Julio Scherer Ibarra, director jurídico de la Presidencia de la República.
A él se le atribuye el poder absoluto.
Si desde alguna dependencia se ha investigado a determinado priísta o panista por corrupción, desvío de recursos, enriquecimiento ilícito, lavado de dinero y demás, la información la tiene Julio.
El sabe cuáles funcionarios de Enrique Peña Nieto o miembros de organismos autónomos o funcionarios de otros Poderes de la Unión son sospechosos.
Estos van, prometen portarse bien e inclusive aportar datos si les son requeridos sobre las dependencias manejados por ellos, sus colaboradores y sus superiores.
Hablamos de personajes priístas, panistas, magistrados, consejeros y funcionarios de alto nivel.
Van y negocian impunidad a cambio de información.
Y así se ceba el nuevo gobierno, así multiplica su información, abulta sus archivos y decide sobre quién ir a fondo y por qué.
Conste: este es apenas un avance de cuanto viene.
NACE EL NUEVO SINDICATO DE NOTIMEX
La suerte está echada en Notimex.
Ha nacido el nuevo sindicato de la agencia de Estado Notimex.
Los trabajadores del organismo encabezado por Susana Martínez se llama Sindicato Independiente de Trabajadores Notimex (Sinotimex).
La empresa difundió la información y, asegura, todo se hizo “en apego a las nuevas disposiciones legales en materia laboral” y fue “una conformación libre y democrática de los agremiados”.
Antes se desconoció, “a la ex empleada Beatriz Adriana Urrea Torres”, quien “es investigada por la Función Púbica por diversas irregularidades, entre ellas la desviación y aprovechamiento de contenidos de la agencia a través de un servicio informativo que transmitía desde la Bolsa Mexicana de Valores”.
Dice más la información:
“Esta práctica, similar al ‘huachicoleo’ informativo que practicaba el e líder del Sutnotimex Conrado García –acusado por corrupción- es algo incompatible e ilegal para cualquier servidor público”