Coyunturas que derrocan dictadores
Ha llegado la cita histórica.
Hoy la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) decide para México muchas cuestiones fundamentalísimas.
Lo primero es la independencia del Poder Judicial encabezado por el ministro Arturo Zaldívar, cuya liga con Palacio Nacional es conocida.
Un voto en contra del juicio a cinco ex mandatarios por plaza pública tendrá el mayor de los valores por las advertencias presidenciales.
Sobre todo por la inconformidad pública de Andrés Manuel López Obrador al proyecto de sentencia del ministro Luis María Aguilar.
Un proyecto pulcro al decir de los juristas más conspicuos porque, convienen, hacer una consulta sobre la aplicación de la ley es una aberración jurídica.
Luis María Aguilar fue más lejos: lo denominó concurso de inconstitucionalidades.
Se centró sólo en aspectos técnico-jurídico, pues jamás entró al análisis del objetivo real del intento: el uso de la ley con fines político-electorales.
No lleven el chisme a Palacio Nacional, pero aquí va un dato: en corto la mayoría de los ministros coincide plenamente con la opinión del ponente.
ANTECENTE PARA LA POSTERIDAD
El lunes 21 de septiembre dimos el primer avance.
Advertimos un juicio adverso del Poder Judicial a cualquier pretensión de convertir la justicia en azote de venganzas personales.
La Corte y los derechos humanos de los ex presidentes, titulamos esa columna.
Todo giraría, subrayamos, en las garantías individuales, jurídicas y políticas de Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña.
El ministro Luis María Aguilar lo confirmó.
Escribió en el proyecto entregado a sus diez colegas de la Sala Superior de la SCJN:
“Este tribunal encuentra que el objeto de la consulta es inconstitucional, porque su núcleo central se enmarca en una de las materias o supuestos que están prohibidos constitucionalmente para este tipo de ejercicios”.
También:
“…el objeto de la consulta popular que se solicita, se considera inconstitucional, pues someter a consulta (…) implica sujetar a la condición o elección de una porcion de la población, cualquiera que sea su número, si las autoridades deben cumplir sus obligaciones de protección de los derechos humanos”.
La coincidencia de opiniones vaticina la reivindicación de los derechos humanos, como advertimos el lunes 21, y será antecedente para pretensiones similares posteriores.
LA IZQUIERDA CONTRA SU HISTORIA
1.- La memoria de la izquierda es muy corta.
Muchos de los fideicomisos cuyo fin desean sellar hoy el gobierno, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y sus aliados, fueron lucha de ella.
Con el tiempo reclamaron fondos para atender desastres naturales, contingencias, ayuda a éste o a aquél sector.
En su lista hay muchos legisladores cuyo pasado -demos uno: Pablo Gómez– se significó por pelear recursos para grupos marginados.
Pero hoy la orden es otra y desean cumplir al patrón.
Por algo Porfirio Muñoz Ledo ve a Morena infestado de “cucarachas, ratoncitos y perros falderos”, esos cuyo único método de vigencia es cumplir caprichos.
Y 2.- reapareció la asociación de gobernadores del PAN y ayer se expreso contra el borrón de esos fideicomisos para dar recursos al gobierno federal.
En especial defienden el Fonden.
Llevarse esa millonada para administrarla unipersonalmente desde Palacio Nacional, señalaron, refleja simplemente la negada fragilidad de las finanzas nacionales.