Teléfono rojo
El poder soy yo
Académicos, científicos, artistas, creadores, ex braceros, becarios o deportistas, explican sin éxito la gravedad del error que representa extinguir fideicomisos a machetazos, dadas las supuestas anomalías administrativas, que eran regla, y no excepción, según el presidente.
En el paredón del Senado se ejecutará el “fideicomicidio” sentenciado en Diputados por orden superior. Da igual si los damnificados se manifiestan y exigen parlamento abierto. No habrá oídos que entiendan sus razones. Al contrario.
Quienes defiendan los fideicomisos, defienden la corrupción; son abusivos y nostálgicos de prebendas con cargo al erario, sentencia el mandamás. La cantaleta, fastidia.
Nada hay que reflexionar o revisar. Los 68 mil millones de pesos de los fideicomisos y fondos serán administrados por Hacienda. Ya luego se verá qué hacer para garantizar que los apoyos lleguen a quienes de verdad los merecen.
Que no quepa duda, la mayoría de MORENA en el Senado, con todo y sus rémoras, entiende bien el rotundo mensaje.
¿Habrá algún senador de la bancada oficial, dispuesto a plantar cara a la orden presidencial?
No se haga bolas. El mentado “fideicomicidio” es un acto de absoluto poder presidencial.