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GLENDALE, Arizona, 5 de junio de 2016.- Con futbol, autoridad y mucha garra, la Selección Mexicana de Futbol venció 3-1 a Uruguay en su debut en la Copa América Centenario.
El Tricolor tenía un juego controlado, pero cerca del final, lo complicaron unos charrúas con patadas y reclamos al árbitro pretendieron vencer a los Aztecas.
La Selección de Juan Carlos Osorio recibió su primer gol en ocho partidos, pero poco importó ver su portería perforada, pues Márquez, Herrera y un autogol le dieron un triunfo vibrante a México en el Estadio de la Universidad de Phoenix.
El estadio de los Cardenales de Arizona se vistió de verde, blanco y rojo; la afición apagó el orgullo celeste, que minutos antes de iniciar el partido ya perdía gracias a un error de los organizadores: El himno de México sonó y enseguida, cuando los uruguayos buscaban cantar el suyo, el himno de Chile se escuchó completo y provocó la molestia de los sudamericanos, quienes además soportaron los abucheos de la afición.
Muy pronto en el partido, al minuto 3′, el Tricolor encontró la ventaja en la cara de Álvaro Pereira, lateral charrúa. El camiseta 6 de Uruguay empujó un venenoso centro de Andrés Guardado que Héctor Herrera ya se preparaba a rematar.
Con un cachetazo de Pereira, México se puso al frente y consiguió el dominio de la primera parte. Por momentos, los aztecas tocaron y bailaron a los charrúas, que con duras entradas y mucho roce pretendieron frenar la velocidad de México, pero la superioridad no se vio reflejada en el marcador.
Matías Vecino sacó toda su frustración con Guardado y Corona por verse abajo en el marcador y ampliamente dominado, por lo que con dos amarillas antes del medio tiempo se fue a la regaderas expulsado.
Ya en el complemento, México se relajó, dejó de insistir y dominar. Uruguay aprovechó el momento y enseguida de innecesaria falta cometida por Andrés Guardado, que se fue expulsado, Diego Godín marcó el empate con el sello de la casa.
De cabeza, el central del Atlético de Madrid marcó el 1-1 al 73′, un marcador engañoso, pero que con la segunda jugada peligrosa pudo igualar Uruguay.
México despertó y en la derecha del michoacano Rafael Márquez, la ventaja volvió para quien más la buscó. El capitán del Tricolor mandó un rayo que se incrustó en el ángulo de Fernando Muslera que hizo explotar a todo el estadio.
Javier Hernández, de discreto partido, abandonó la cancha para darle lugar a Raúl Jiménez, quien en complicidad con el Chucky Lozano, dejaron solo a Héctor Herrera para que marcara el 3-1 definitivo en el 91′.
México dio un golpe de autoridad al más ganador de la Copa América y al momento se perfila como un rival peligroso que se enfila a las finale
La nota en Quadratín Deportes.