Hoja verde
¡Ya páguenle a Guerrero!
En un nuevo intento por llamar la atención del presidente Andrés Manuel López Obrador, los gobernadores de Guerrero, Héctor Astudillo Flores y Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, firmaron el acuerdo para establecer la Zona Libre Fronteriza (ZLF) entre la línea divisoria de los dos estados con el fin de impulsar un proyecto regional que sustituya la extinta Zona Económica Especial (ZEE).
En anteriores colaboraciones he comentado la importancia de impulsar el establecimiento de un corredor que permita potenciar la ubicación estratégica entre los dos estados, aprovechando el Puerto de Lázaro Cárdenas y la región costera de ambas entidades federativas, que las saque del rezago económico y social, agobiadas por los grupos de civiles armados enfrentados por el control de territorios.
Con la ZLF se pretende atraer inversiones con incentivos fiscales, generar nuevos empleos permanentes con mejores salarios y disminuir el IVA, para crear un corredor industrial, de servicios y turismo, con mejor conectividad al centro del país y a las rutas comerciales con el Continente Asiático; ya que Guerrero y Michoacán, quedaron aislados de los proyectos de la Refinería de Dos Bocas, el Tren Maya, el Corredor Transístmico y del incipiente Pacto de Oaxaca.
En fechas históricas conmemorativas y celebraciones de las fiestas patrias, en septiembre se invoca en los discursos a los personajes guerrerenses que participaron en los movimientos de independencia, reforma y revolución, aduciendo que “se tiene una cuenta pendiente con Guerrero y los guerrerenses”, ya que, por distintas razones, no ha crecido a la par de la media de la mayoría de los estados de República.
Considero que Guerrero ya aportó lo suficiente en la historia y es momento de “requerir el pago” reflejado en presupuestos justos que administraciones pasadas no hicieron y dejar la “mendicidad” presupuestal a la que estamos sujetos todos los años fiscales, con una política centralizada que agobia, ahoga y somete a todas las entidades federativas y a Guerrero con más razón, por su cuasi total dependencia de los recursos federales; lo que nos hace exclamar: ¡Ya páguenle a Guerrero.
Como siempre, usted tiene la mejor opinión.