Dejan un desmembrado atrás de Soriana de Renacimiento en Acapulco
CHILPANCINGO, Gro., 13 de diciembre de 2013.- La vicepresidenta de la Asociación de Familiares de Detenidos, Desaparecidos y Víctimas de Violaciones a los Derechos Humanos en México (AFADEM), Tita Radilla Martínez dijo: “ya me cansé” de denunciar el hostigamiento y acoso que sufre por parte del Ejército, por lo que no tomó acciones tras el último acto de intimidación cometido en su contra.
El 8 de noviembre de 2013, alrededor de las 13:00 horas, un grupo de militares llegó hasta su domicilio en la colonia Lomas del Sur, calle Corregidora, en el municipio de Atoyac de Álvarez.
“Miembros del Ejército estuvieron en mi casa y registraron a unos jóvenes que estaban afuera, entre ellos a mi nieta. Había unos tabiques pegados a la pared y los tiraron como buscando algo o como si quisieran sembrar algo”, relató Radilla Martínez días después y calificó el hecho como un acto de represión e intimidación.
Este viernes durante su intervención en la presentación del Diagnóstico 2012 de Violencia Contra Defensoras de los Derechos Humanos, la vicepresidenta de la AFADEM, reconoció que no hizo ninguna denuncia ni queja formal por el último acto de intimidación militar que sufrió.
Comentó que días después de que hizo público el caso, el personal de la Comisión Regional de Derechos Humanos llegó hasta su domicilio y dejó algunos formatos de queja para que levantara la denuncia formal.
“Pero yo decidí que no, ya no quiero hacer denuncias porque no pasa nada, he sufrido agresiones en otros momentos, en otros años y no hay justicia, no hay investigación, no hay nada”, lamentó.
Radilla Martínez calificó como “una pérdida de tiempo” denunciar cualquier tipo de acoso o violación a los derechos humanos porque, dijo, no pasa nada.
Aseguró que el Estado no se preocupa de que haya condiciones de seguridad para los activistas, luchadores sociales, líderes organizaciones, defensores de los derechos humanos y periodistas.