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CHILAPA, Gro., 1 de noviembre de 2016.- Una pieza primordial en la celebración de los fieles difuntos es el pan de muerto, y en Chilapa su elaboración representa una dulce tradición, una oportunidad de ingreso para los panaderos y por supuesto un pan de sabor único en todo el año.
El pan de muerto, un símbolo culinario para honrar a los seres queridos que han fallecido, se elabora y se vende únicamente los días 1 y 2 de noviembre, de cada año.
Chilapa ubicado en la región Centro del estado, es uno de los municipios reconocido por su pan y comida, donde se pueden observar panes especiales para esta ocasión, lo curioso son los nombres peculiares en que bautizaron estas delicias: hojaldres, pan de cuerda, camarón, muñeco refinado, torta, reventadas, amargosas, beso, volcán y muñecos de figuras, son algunos de estos panes que se venden para las ofrendas.
Existen variedades en tamaño, pero el sabor tradicional es respetado por la mayoría de los oferentes y adquirido por cientos de familias. Para la panadería Tres hermanos, ubicada en el barrio de San Juan de la ciudad de Chilapa, el sabor del pan deriva del clima, la cantidad de harina, y el fuego.
Existen panaderías en Chilapa, que aun elaboran pan en horno de lodo y en leña, es decir de la forma más tradicional. Para otros, la prohibición de tala de árboles y contaminación con el humo ha elevado costos, y en algunos casos esta medida priva los sabores típicos.
El pan de muerto elaborado en Chilapa, también se exporta a otros lugares, en distintos tamaños y el precio varía desde los 5 pesos hasta los 100.