Sin mucho ruido
En la democracia, la mayoría no siempre tiene la razón
En la democracia la minoría debe actuar conforme a lo acordado por la mayoría. Lo que no significa que la minoría no pueda hacer los señalamientos necesarios que, en su caso, permitan corregir el rumbo de una decisión tomada por la mayoría. Debemos considerar que la mayoría no siempre tiene la razón.
Lo sucedido en el Congreso hace algunos días es el reflejo del desconocimiento del quehacer de la política. La mayoría de los legisladores primerisos, de todos los partidos, no entienden ciertas reglas del juego. Los de Morena, que son mayoría, creen que por este solo hecho tienen la razón de su parte, pero actúan con la intención de vencer y no de convencer. Seguramente como una forma de venganza histórica porque durante décadas el partido mayoritario siempre impuso sus decisiones.
Deberían reunirse y ejercitar su cerebro en lo que es el análisis político. Aprender a debatir y argumentar para convencer. Eso requiere que tengan un importante bagaje cultural, de formación política y no hacer las cosas tan solo para aparecer en los medios como parte de su “carrera política” y sus deseos de continuar viviendo del erario en otro cargo de elección. De hecho, como legisladores de izquierda, de la cuarta transformación, deberían legislar para que todos aquellos que tienen un cargo de elección lo terminen y no puedan competir por otro sin haber terminado el actual. Eso sería congruencia. Aplaudiríamos muchos que aprovecharan su mayoría para beneficio del estado en este tema y otros que han quedado en la congeladora.
Ojalá y quienes integran el Congreso Local, en lo individual, informaran a la ciudadanía de las propuestas de reformas o iniciativas de leyes para esta legislatura. No votamos por ellos para que anden de damas de compañía del gobernador o del presidente de la república. Tampoco para se dediquen a hacer gestoría social, que solo es una forma de hacer precampañas. Esta actividad no está en sus funciones y responsabilidades como legisladores.
Muy pocos son los alcaldes que tengan en su equipo personas juiciosas, con conocimiento y con voluntad de hacer cosas en beneficio de su comunidad, su municipio. La mayoría de los casos tiene a amistades, familiares, y personal sin cualidades por algún tipo de compromisos. No es de extrañarse. Así ha sido en buena parte de la historia de nuestro país, pero ya es justo de hacer cambios.
Todos los alcaldes nuevos han dicho que recibieron sus administraciones en un caos total: exceso de personal y deudas.
Sin embargo hacen lo mismo. Podemos ver en las oficinas de presidencia deambular personal que no tienen ninguna función específica. En la mayoría de los casos son mujeres, que, seguramente, fueron invitadas por serlo. Es bueno que en la administración pública haya mujeres, ojalá y con las nuevas leyes exista una mayor paridad de género en lo laboral y no solo se les invite por ser bonitas sino, y sobre todo, por sus capacidades en el área correspondiente.
Pero también vemos a personal varonil que nadie sabe cuáles son sus funciones. Los vemos pegados al alcalde como damas de compañía y seguramente son de esos que cuando el presidente les pregunta la hora ellos responden “la que usted quiera”. Este personal está de más y es conveniente que se informe a la ciudadanía cuáles son sus funciones, sus salarios y los mecanismos para evaluar su trabajo.
Lo mismo sucede con esos cargos para justificar gastos: los llamados asesores. Efectivamente un alcalde, un gobernante, necesita de personas con conocimientos específicos que orienten y ayuden a comprender situaciones y tomar las mejores decisiones. Pero si estos “asesores” tienen malos antecedentes y no tienen las cualidades para este encargo, no hay nada que justifique su presencia y menos su salario.
Del sótano
Resulta que hay dos chicas que, se dice, son colombianas y son de las asistentes más cercanas al presidente Antonio Jaimes Herrera. Son de su alta confianza que llegan a realizar acciones que son competencia de la dirección de Comunicación Social, sin tomar en cuenta al director ni el potencial del personal de esa área. Es incorrecto que haya personal no capacitado involucrándose en tareas que no son de su competencia. Solo provocan desorden, anarquía y desconfianza. El alcalde debe establecer muy claramente las funciones y responsabilidades de todos y cada uno de sus colaboradores más cercanos y estos deben entender que cada área tiene sus propios responsables y respetarlos.
En la mayoría de los gobiernos, sea estatal o municipal, se manipulan a conveniencia los precios del material que se compra: equipo de cómputo, de oficina, etc. En la mayoría de los casos los costos reales se incrementan hasta en un 200 por ciento. Esperamos que en este gobierno municipal de Morena haya transparencia en los precios de lo que se compra. La ciudadanía tiene derecho a saber qué se adquiere, donde y a qué precio, puesto que se paga con recursos públicos. No se vale que un producto, con un precio en el mercado de 900 pesos se reporte con un precio de 3 mil pesos.
Jueves, viernes y sábado se realizarán las elecciones de Delegados de Colonias. Esta figura no existe en la Ley Orgánica del Municipio Libre, sin embargo ya se han realizado estas votaciones por exigencia de las colonias.
A pesar de que el Ayuntamiento envió una solicitud de reforma a la LOML en la que se establezcan los requisitos para ser delegado de colonia, el Congreso no ha dado ninguna respuesta, por lo que se decidió publicar la convocatoria en la que se establece que podrán participar hombres y mujeres con credencial del INE, y ser residentes de la colonia en la que serían electos. Otros requisitos son saber leer y escribir y la entrega de Constancia de No antecedentes penales a quienes resulten ganadores.
Desde el punto de vista legal esta convocatoria viola la Ley Orgánica, pero políticamente garantiza la pronta instalación del Coplademuni y de esta forma se puedan aplicar los recursos del ramo 33.
Por otra parte, el alcalde Antonio Jaimes Herrera declaró recientemente que debido a que el gobierno anterior no aportó la parte que le correspondía para el proyecto del acuaférico, este permanece sin avances. Sin embargo el ex director de Capami, Ulises Pérez Calvo, comentó que el acuaférico tiene un avance del 80 por ciento.
Termino con esto: “Si quieres poner orden en una comunidad pero no te esfuerzas por ganar el corazón de la gente, la comunidad no puede ser dirigida.”