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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 15 de mayo de 2019.- El maestro Aristeo González Longoria se dedica a esta noble actividad desde hace 35 años, pero lograr esa trayectoria en las zonas rurales y fundar escuelas cuesta muchos sacrificios, tales como acostumbrase a usos y costumbres ajenos a su cultura, cambiar de domicilio, extrañar los guisos de la familia, enfrentarse a las carencias de las zonas en las que laboran y descuidar un poco a sus hijos.
Aristeo González es originario de Ciudad Valles, municipio localizado en la huasteca potosina; recién egresado, en 1982 tuvo que partir a Villa Hidalgo para enseñar a los niños en un municipio del altiplano potosino, con un clima totalmente distinto.
“El paisaje de las comunidades es desolador, yo estaba acostumbrado a otra vegetación, agua y humedad, llego a una zona árida con nopales y arbustos, sin agua”, recordó.
En la comunidad Tanque de Luna, Villa Hidalgo fundó una telesecundaria, dos años más tarde fue enviado a Valles donde ha laborado en planteles de distintos niveles educativos hasta la actualidad.
Desde el año 2002 inició su labor en el ejido La Lima en Valles, en la preparatoria Juan Moreno Cortés, en la que desde 2010 es director.
El maestro Aristeo ha trabajado en escuelas de zonas urbanas y rurales, a su parecer en escuelas urbanas se han perdido valores, los padres de familia caen en la comodidad y no se reconoce el trabajo del docente, “en las zonas rurales hay nobleza y el maestro es visto como un líder”.
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