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ACAPULCO, Gro., 3 de diciembre de 2015.- La evaluación de maestros no se completó en Guerrero, en medio de señalamientos de maestros y el gobierno, donde los primeros afirmaron que hubo falta de equipo de cómputo en la aplicación del examen y la autoridad denunció sabotaje por parte de 70 profesores.
De acuerdo con el secretario de Educación federal, Aurelio Nuño Mayer, de los 3 mil 14 maestros registrados para el examen, al final llegaron 2 mil 537, pero tras un intento de sabotaje al interior de la sede de la evaluación, sólo 500 profesores pudieron hacer el examen. Los que intentaron “sabotearlo” están plenamente identificados y se procederá contra ellos penal y administrativamente, anunció.
Sin embargo, diversos maestros que desertaron de la evaluación señalaron que no hubo computadoras suficientes, que no llegó ni la cuarta parte de los profesores que se anunciaron y que se dejaba copiar a los que se quedaron al examen.
Desde el miércoles, 6 mil efectivos de la Policía Federal aplicaron un dispositivo de seguridad en los exclusivos hoteles Princess y Resort Mundo Imperial, donde el gobierno hospedó a quienes acudieron al examen, así como la sede de la evaluación docente.
A pesar del blindaje, cerca de 2 mil maestros marcharon hacia la Expo Mundo Imperial, donde se aplicaba la prueba. Desde las 8 de la mañana avanzaron del crucero del bulevar de Las Naciones y el Viaducto Diamante los contingentes de la CETEG, SUSPEG, Subcobach, y agrupaciones sociales.
En el interior del centro de convenciones alrededor de las 9:00 horas, maestros comenzaron a denunciar desde el interior la falta de computadoras suficientes y anunciaron su salida de la evaluación.
Posteriormente se informó de un recorrido del gobernador de Guerrero Héctor Astudillo Flores, quien declaró a Televisa que eran “casi 400” maestros los que aplicaban el examen de evaluación a docentes y que éste se suspendió unos momentos debido a que “algunas personas protestaron por unas cosas mínimas y empezaron a desconectar algunas computadoras”.
En entrevista telefónica con Adela Micha, que fue ampliamente difundida por el gobierno del estado que a esa hora impedía el contacto de la prensa acreditada con el gobernador, Astudillo indicó que “esto generó una crisis, vamos a reanudar la evaluación, bajaron la luz e hicieron algunas cosas que desconectaron las máquinas”.
Astudillo Flores negó que la inconformidad de los maestros haya sido por la falta de computadoras suficientes e insistió en atribuir la falla a que desconectaron la luz “seguramente algunos que no querían que se hiciera la evaluación”.
Afuera de la sede, detrás de las vallas colocadas por la Policía Federal, integrantes de CETEG y del SUSPEG llegaron hasta el filtro policiaco ubicado afuera del centro comercial La Isla, donde gritaron consignas contra los policías federales que resguardaron la evaluación a docentes.
El presidente de la Comisión de Derechos Humanos, Ramón Navarrete Magdaleno, llegó a la manifestación de maestros donde dijo que la Coddehum, en coordinación con la Comisión Nacional de Derechos Humanos, estaría atenta y pedirá prudencia y la liberación de maestros en el interior de la sede del examen, ante el señalamiento de que los maestros que finalmente no aplicaron el examen estaban siendo retenidos en la sede.
Tras varias horas y mientras los profesores evaluados salieron a un receso para comer, un grupo de cetegistas empujó las vallas metálicas y echaron abajo dos de ellas, en medio de un ambiente de tensión ante un posible enfrentamiento con los policías.
Ante esto y tras varias horas de ofrecer protección al recinto, la circulación volvió a abrirse en los cuatro carriles del bulevar de Las Naciones.
Fue hasta las 2 de la tarde cuando después de varias horas de silencio oficial, el secretario Nuño Mayer denunció un intento de sabotaje a la evaluación, por parte de algunos maestros que aplicaban el examen, y de los cerca de 400 maestros que había dicho el gobernador Astudillo que asistían, el funcionario federal subió la cifra a más de 500.
Anunció actas administrativas para retirar la plaza a unos 70 maestros que intentaron sabotear la evaluación y que, dijo, están plenamente identificados y perderán su plaza.
Asimismo anunció que quienes no pudieron hacer su examen debido al intento, lo aplicarán por grupos que acudirán este viernes, y la próxima semana.
Por la tarde, el gobernador Astudillo Flores rectificó la cifra oficial y la incrementó a mil 960 maestros que aplicaron la prueba este jueves.
Pero por la noche, la SEP precisó en un comunicado oficial que “un grupo de 500” participantes hicieron el examen este jueves, mientras que otro grupo de “mil 460 lo harán el día de mañana” viernes, así como “nueve sustentantes adicionales que solicitaron realizar este proceso”.