Propuestas y soluciones
De manera frecuente, leemos o escuchamos términos de ciencia política, para algunos claros y para la gran mayoría de la población en México, no tanto, sin embargo, y ante lo recurrente del término dictador, considero importante definirlo, para que usted amable lector, pueda normar su criterio de esta y otras definiciones que me permitiré exponer en próximas colaboraciones.
En materia política se define como dictador a aquel gobernante que asume todos los poderes del estado y al detentar todos ellos, no se somete a ningún control político-democrático.
El dictador se considera la máxima autoridad en todos ámbitos y generalmente accede al gobierno de una manera ilegítima, por ejemplo, encabezando un golpe de estado, o bien con el respaldo de militares que acompañan a un civil; sin seguir lo que le indica la justicia sino lo que dicta su voluntad personalista.
La dictadura es la “forma de gobierno” que se caracteriza por concentrar en un individuo todo el poder, en este caso, el dictador.
Entonces, el dictador, impondrá un gobierno de facto en el que no existirá la división de poderes, ya que, la división de poderes es una de las condiciones esenciales del estado de derecho.
En regímenes democráticos existe la división de poderes divididos de manera autónoma en: Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
En la actualidad, es habitual la existencia de “dictaduras constitucionales”, como una forma de gobierno que aparentemente respeta su Constitución, pero en la práctica el poder está concentrado de modo total en las manos de una sola persona: el dictador.
Partiendo de la mencionada referencia, se llama dictador aquella persona que se caracteriza por abusar del poder o la autoridad que detenta y que gusta de tratar duramente al resto de las personas haciendo valer ese poder indicado.
El sinónimo que más usamos es el de tirano, en tanto, el que se contrapone es el de demócrata, porque justamente designa a aquel individuo que defiende y es partidario de la democracia.
Cabe destacar que la democracia es un sistema de gobierno que consiste en que el pueblo es máximo y soberano y como tal, elige libremente mediante elecciones a personajes políticos que considera que mejor lo representarán.
Actualmente, algunos países han puesto en práctica lo que he definido como las hegemonías de izquierda”, que son aquellas que enarbolando principios de “izquierda, socialismo o comunismo”, detentan el poder político de una nación, habiendo arribado al poder, por un golpe de estado o elecciones directas y posteriormente, reformado la Constitución, para cambiar los tiempos y formas de elección, así como la vigencia y formas de elección o designación de los Poderes Legislativo y Judicial para perpetuarse en el poder, a través de un partido hegemónico, por encima de otros partidos políticos minoritarios sin alternancia, como son: Cuba, Nicaragua, Venezuela, la República Popular China, la República Popular Democrática de Corea y Siria, entre otros regímenes vigentes en países del Medio Oriente y el Continente Africano.
Para los llamados “millennials” y jóvenes universitarios, es importante explicarles que hace poco mas de 60 años -que en historia no es nada- existieron las llamadas dictaduras militares en Italia, Alemania, España, Brasil, Argentina, Chile, Bolivia, Uruguay, Paraguay, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Panamá, Haití y Guatemala, entre otros.
En el otro extremo, tuvimos regímenes totalitarios socialistas y/o comunistas ya desaparecidos que dejaron grandes secuelas y diferencias abismales socio- económicas en la mayoría de la población como fueron: La Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas, Bulgaria, Hungría, Rumanía, Checoslovaquia, Polonia, Yugoslavia, Angola y la República Democrática de Vietnam, entre otros.
La política a lo largo de la historia nos ha demostrado que ha sido y es pendular, sin embargo, los extremos siempre serán riesgosos, muy peligrosos y de consecuencias graves.
La historia no miente, sólo registra los hechos a través del tiempo.
Como siempre, usted tiene la mejor opinión.