Las elecciones en Estados Unidos y su repercusión en México
Como egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México, no puedo dejar de comentar las agresiones sufridas a un grupo de alumnos por “porros, fósiles y vándalos”, en la explanada de la rectoría de nuestra máxima casa de estudios.
Fue un acto cobarde, de barbarie que merece una investigación pronta y expedita, así como un castigo ejemplar para los autores materiales e intelectuales de estos hechos que no deben volver a repetirse.
En la sesión del jueves pasado en la Cámara de Senadores, todos los grupos parlamentarios fijaron postura en favor de la defensa la UNAM, como institución ícono de educación superior en México y América Latina.
A su vez, el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador se pronunció a favor de los estudiantes, lamentó que exista porrismo y anunció una próxima se reunión con el Rector Enrique Graue.
Considero y espero coincidir con usted, amable lector, que la UNAM es una de las instituciones más preciadas que tenemos en nuestro país; porque se ha ganado a pulso un distinguido lugar en la historia contemporánea de México, formando generaciones de mujeres y hombres comprometidos con nuestra nación.
Nunca perdamos de vista a los enemigos de nuestra universidad, que son los enemigos de México.
¡Por mi raza hablará el espíritu!
¡Indivisa Manent!
Como siempre, usted tiene la mejor opinión.