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Brinda Gobierno de Guerrero proyección a productos agroalimentarios
ACAPULCO, Gro., 12 de abril de 2020.- El arzobispo del puerto, Leopoldo González González hizo un llamado a no tener miedo ante la pandemia, a ser solidarios hacia quienes viven con carencias y mirar con fe el futuro, una vez que concluya el período de confinamiento ocasionado por el Covid 19.
Durante la homilía de celebración del Domingo de Resurrección y dirigir su sermón esta mañana, el prelado católico expresó: “Necesitamos poner en nuestro rostro los rasgos de Jesús resucitado. Nos lo pide con urgencia la emergencia sanitaria que estamos viviendo”.
Al emular las palabras que Jesús dijo a las primeras fieles, a quienes se presentó luego de su crucifixión, Leopoldo González pidió no tener miedo y no generarlo.
“Para nadie seamos fuente de miedo, para nadie seamos una amenaza. Preguntémonos, en las circunstancias que vivimos, estas de ahora, ¿represento una amenaza para alguien de mi familia, para alguna de las personas con quienes convivo? ¿Temen algo de mí mis trabajadores, mis patrones, alguno de mis vecinos? ¿Tienen por qué temer las personas para quienes he de procurar el bien, a quienes he de cuidar desde mi función pública? ¿Puedo hacer algo para que disminuya ese miedo?”, dijo.
Indicó que lo dicho por Jesús a María Magdalena y a la otra María significa mucho más que ‘no les voy a hacer daño’, sino “estoy contigo, cuenta conmigo”.
“Tal vez nos parezca poco lo que podamos hacer, pero el Señor hará lo demás”, afirmó.
González González, al continuar con el relato, mencionó que durante el retorno a la vida ordinaria una vez que concluya la emergencia, habrá confianza; sin embargo, antes de ese momento, pidió apoyar a quienes viven alejados y generando redes de apoyo entre vecinos y comunidades.
“Muchas personas se encuentran al margen de la posibilidad de lo necesario para vivir de manera digna. Es tiempo de ir a ellas. Mucho les encargo hablar a sus vecinos, saber cómo están, si alguien necesita algo entre ustedes, mirar qué podemos hacer. Lo poco que cada uno pueda hacer, es grande muestra de cercanía y amor para esa persona. El Señor nos dé ojos para mirar más allá de Jerusalén, para Galilea, abra nuestro corazón a la necesidad de los demás y disponga nuestras manos atender la ayuda que sea en nuestras manos darles. Felices Pascuas. El Señor los bendiga”, finalizó.