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CHILAPA, Gro., 18 de mayo de 2015.- El obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, monseñor Alejo Zavala Castro, se reunió ayer con el presbítero Daniel Castellanos Barba, quien fue suspendido desde el 12 de mayo para tener participación ministerial en la celebración de la eucaristía y en cualquier otra celebración del culto religioso.
En conferencia de prensa, el obispo aclaró que la suspensión del sacerdote Daniel Castellanos, fue porque no obedeció a las disposiciones que se le hicieron en varias ocasiones.
Al término de la misa dominical en la catedral, un sacerdote explicó que Daniel Castellanos fue llamado para ser trasladado a otra parroquia, tras considerar que ya había cumplido su misión en la parroquia de San Antonio, a donde estuvo asignado durante más de 10 años.
Detalló que el sacerdote nunca atendió a los llamados del obispo Alejo Zavala, quien incluso lo invitó a dialogar personalmente.
“Quien se obstina en no obedecer las disposiciones de su obispo debe ser sancionado. Por eso hace unos días, con mucho dolor pero también con mucha firmeza, nuestro obispo nos envió un decreto en el que nos informó la suspensión de los servicios ministeriales del padre Daniel Castellanos. El obispo lo invitó a dialogar, le dio un plazo para platicar personalmente y no hubo respuesta, por eso él, con toda la potestad, emitió ese decreto de suspensión”, explicó el presbítero.
Posteriormente dio lectura a una parte del documento de suspensión ministerial, para informar a la grey católica que el sacerdote Daniel Castellanos no puede oficiar celebraciones religiosas.
“Cumpliendo con mi deber de pastor de esta grey que se me ha encomendado apacentar, poniendo delante de Dios ante todo la caridad y la justicia y debido a que hasta ahora no ha cambiado la actitud de usted, decreto para usted la pena de la suspensión A Divinis, a norma del Canon 1333 parágrafo primero, con la prohibición de poner en ejecución todos los actos de potestad de orden y el ejercicio de todas las funciones y derechos inherentes al oficio clerical”, indica textualmente el documento emitido por el obispo Alejo Zavala.
La suspensión entró en vigor desde el 12 de mayo y se dio a conocer a todos los presbíteros, al Tribunal Eclesiástico Diocesano, a los obispos de la Diócesis de las iglesias particulares de la provincia de Acapulco, a la Nunciatura Apostólica y a la Sagrada Congregación para el Clero.
Para los efectos civiles, también se notificó a las autoridades civiles de la Secretaría de Gobernación para Asuntos Religiosos, que se encargará de cancelar el registro de culto de Daniel Castellanos Barba, de conformidad con lo establecido en los artículos 12 y 14 de la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público.
El decreto de suspensión ministerial de Daniel Castellanos fue respaldado por los obispos de la provincia de Acapulco, de la Nunciatura Apostólica, con el conocimiento del Consejo Permanente y el Consejo de la presidencia de la Conferencia del Episcopado Mexicano
Con la suspensión ministerial, el sacerdote está impedido para celebrar los sacramentos, concelebrar la eucaristía y recibir remuneración alguna de la Diócesis.
El presbítero que leyó el documento exhortó a Daniel Castellanos a atender las recomendaciones del obispo, dialogar con él y buscar el apoyo y consejo de los demás sacerdotes, para que en el futuro se le levante la suspensión ministerial. Por el momento, indicó, la parroquia de San Antonio de Padua está en sede vacante.
“Pidámosle a Dios por el sacerdote Daniel y por todos los sacerdotes, porque también nosotros necesitamos de la oración y del apoyo de ustedes”, expresó el religioso.
También pidió a los feligreses que no impidan el traslado de los sacerdotes cuando son reasignados a otra parroquia.
“Cuando se de nuestro traslado a otra parroquia déjennos ir, porque también a donde nos mande el obispo vamos a hacer mucho bien a aquella comunidad, vamos a hacer mucho bien espiritual a aquellos fieles. Déjennos ir y verán que nuestro ministerio lo viviremos con mucha alegría y con mucho entusiasmo”, explicó.
La semana pasada se realizaron dos actos de protesta por parte de los feligreses católicos de la parroquia de San Antonio, quienes rechazaron la suspensión ministerial del sacerdote Daniel Castellanos.
Los feligreses alegaron que el sacerdote estuvo durante más de 10 años en la parroquia y realizó un trabajo excelente, además, detallaron que ya tiene más de 70 años de edad, está enfermo y no tiene familia ni hogar.
Con la suspensión del sacerdote, dijeron, éste quedará en la calle, desprotegido, sin hogar, trabajo ni familia.
El obispo Alejo Zavala informó que ayer se reunió personalmente con el sacerdote Daniel Castellanos durante casi dos horas, por lo que vislumbra una solución rápida al conflicto.
“Hoy ya platiqué con él, me buscó, estuve dos horas platicando con él y creo que se va a solucionar fácilmente esto, lo vamos a arreglar. La gente dice que no se le ofreció el cambio de parroquia, pero eso no es cierto, siempre se le ofreció, hoy mismo nuevamente le ofrecí inclusive que buscara un lugar donde pudiera estar, desde un primer momento se lo ofrecí, él ya está enfermo, está grande de edad”, sostuvo el obispo.