Sin mucho ruido
El diputado aliado da el último sorbo al café.
-Lo peor no es la descalificación, sino la amenaza- dice entre triste y preocupado.
Algo se rompió en la alianza gobernante el pasado jueves en Palacio Nacional.
Fueron llamados para hablar del presupuesto para el año próximo, cuya instrucción a Mario Delgado era no cambiarle ni una coma.
Y ya le cambiaron cifras, no comas.
-¿Cuánto? ¿Sólo los 31 mil millones de pesos para estados? -pregunto al vicecoordinador panista en San Lázaro, Marco Antonio Adame.
-No sabemos, pero no corresponden a los reclamos de estados y municipios.
-Los gobernadores tenían la esperanza de compensar con sus negociaciones para al menos tener las mismas participaciones de 2019… -le digo, pero interrumpe:
-Ni siquiera eso. Por eso las protestas de gobernadores y presidentes municipales -contesta antes de vaticinar una intensa lucha.
El Presupuesto de Egresos de la Federación para el 2020 deberá estar listo el viernes próximo, según mandato constitucional.
CORRUPTOS Y CONSERVADORES…
Total, los diputados iban por acuerdos el jueves.
Por ellos y para pedir mayores recursos para atender las peticiones recibidas y compromisos adquiridos en campaña en la campaña de ambos.
Del Presidente para titular del Poder Ejecutivo y de ellos para ser representantes populares -el título es de la Constitución, no mío- desde el Congreso.
Pero se encontraron a un anfitrión en sus días bajos, acaso vaticinio de peores tiempos, y no dio respuesta a cuanto esperaban.
Por dos razones, lo saben ellos:
El manejo de recurso por legisladores fue un amaño negociado en el sexenio pasado por el panista Ricardo Anaya cuando Enrique Pela lo proyectaba para la Presidencia.
Y ahora el dinero se centraliza en el gobierno federal para control y popularidad de ya saben quién.
Por eso cuando le reclamaron él les contestó:
-¿Será que aquí hay corruptos?
Y como insistieran, los descalificó con una amenaza:
-Hay algunos de ustedes que se están volviendo conservadores y, créanme, no les conviene.
Y colorín colorado, el diálogo se ha acabado.
Y tal vez la alianza también, porque todos mis entrevistados se sienten agraviados.
MORENA: PELEA DE ARRIBA ABAJO
La guerra en el Movimiento de regeneración Nacional (Morena) es de arriba a abajo.
Si no pueden elegir presidente nacional porque se rasgan medias, peinetas y honores Yeidckol Polenvsky, Bertha Luján y Mario Delgado, a nivel local la lucha de poder es mayúscula.
No entienden que el poder federal es unipersonal y no suyo. He aquí una muestra:
El diputado Luis Alegre recorrió durante seis meses las comunidades de la Península de Yucatán para alcanzar el apoyo de los gobernadores mayas.
Desde antes, cuando se tradujo la Constitución a esa lengua ancestral, habló con el huésped sexenal de Palacio y le pidió firmar el primer ejemplar.
Lo respaldó el gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín, quienes vieron alcanzado el objetivo el pasado fin de semana.
A la ceremonia presidencial quisieron agregarse morenistas sin oficio ni benéfico yo como los senadores José Luis Pech Várguez y Marybel Villegas y José Luis Pech Várguez y los diputados Mildred Avila Verá y Marybel Villegas.
Hoy la Constitución en lengua maya ya está en el Congreso de Quintana Roo, pero la guardia presidencial no los dejó subir al presidium. Pero este hecho es tema de otra columna.